Sebastián Padrón, el heladero que ha encandilado al Papa
«48 horas después, mi hijo comenzó a caminar solito»: el posible primer 'milagro' de Francisco
El heladero favorito del Papa vivió un episodio sorprendente durante la visita que le hizo al Pontífice con su familia
Su heladería está a apenas 700 metros de la Plaza de San Pedro del Vaticano. Sebastián Padrón es el propietario del local que lleva su nombre; es argentino, está casado, tiene 52 años y dos hijos: Maite y Luca. Además, lleva a gala otro «título»: se considera amigo de Francisco, a quien suele servir helado cada 15 días. El favorito del Papa: el de dulce de leche.
El artesano del helado ha vuelto a saltar a la actualidad después de que relatara esta semana a los micrófonos de Cope un sorprendente suceso que le ocurrió a su hijo pequeño y que tiene que ver con el Papa Francisco. Tras inaugurar su local en 2018, decidió llevarle un presente a su cercano e ilustre vecino y compatriota: nada menos que 4 kilos de helado artesanal de dulce de leche. Sebastián se fue hasta Santa Marta, donde «pedí permiso para poder entregarle los helados». Tras pasar una serie de controles, finalmente pudo entregar los 4 kilos a uno de los gendarmes que se lo haría llegar al Papa.
«A partir de ahí, empezó a venir gente del Vaticano, muchos curas, muchas monjas, hasta rangos mayores como cardenales y obispos», han relatado a la emisora de la Iglesia Sebastián y su esposa Silvia. Más tarde, «nos enteramos de que toda esa gente nos la mandaba él». Comenzó entonces con el Pontífice «ese trato de cliente y empezaron a comprar helados, siempre con los mismos gustos», concreta Sebastián.
Invitados a conocerle
Pero un día, en octubre de 2020, sucedió algo sorprendente: «Estaba trabajando con mi señora en el negocio y suena el celular, pero el celular mío privado. Era el secretario del Papa diciéndome que el Santo Padre quería hablar conmigo, y me lo pasó». «Nos hizo una invitación, él nos quería conocer», rememora con emoción el heladero. De esa llamada, «lo más impactante» fue cuando Francisco le preguntó «cuándo tenía yo disponibilidad para poder conocernos». El Papa Francisco insistía en que fuera Sebastián quien dijera el día y la hora para visitarlo: «Sé que vos trabajáis todo el día; decidme cuándo podéis».
Tras acordar una cita, Sebastián y su familia pudieron conocer al Papa Francisco en su residencia de Santa Marta. El hijo de Sebastián y Silvia, Luca, que tenía 3 años, «nació con algunos problemas y no podía caminar solo, necesitaba ayuda para hacerlo», refiere el matrimonio. Antes de despedirse, «mi mujer le pidió al Santo Padre la bendición». «48 horas después de visitar al Papa, el nene empezó a andar solito», refieren.
El Papa Francisco con Sebastián Padrón, su mujer Silvia y sus hijos Maite y Luca
¿Se trata de un «milagro», de una coincidencia, de un proceso normal en el desarrollo de la enfermedad de ese niño? Sebastián y Silvia no lo desvelan, y el Papa Francisco nunca se ha referido a ese episodio vivido con su heladero y su familia. Lo cierto es que, el pequeño Luca, ya puede andar.