Fundado en 1910
Los pasillos que, durante siglos, recorrieron las monjas contemplativas

Los pasillos de San Antonio el Real que, durante siglos, recorrieron las monjas contemplativasVíctor Gibello

Un monasterio abrirá al público por primera vez en 600 años gracias a la gestión de una asociación

San Antonio el Real, en Segovia, reabrirá sus puertas el próximo viernes, después de que las clarisas lo pusieran en manos de 'Camino del Asombro'

Donde antaño residían 40 o 50 religiosas, hoy quedan 4 o 5 monjas mayores. ¿Es factible que, ellas solas, sostengan un inmenso y antiguo edificio? Hasta ahora lo han hecho, y son muchas las comunidades monásticas en toda España que han mantenido, casi heroicamente, los descomunales caserones en pie. Pero, a la vez, cada vez son más los conventos —algunos de ellos, de un inmenso valor histórico y patrimonial— que se ven obligados a cerrar sus puertas y a reagrupar a sus miembros.

Es el caso del magnífico monasterio de San Antonio el Real, uno de los más importantes de Segovia. Las clarisas lo han cuidado y regentado durante casi seis siglos, pero hace un par de años se vieron obligadas a cerrarlo por el inmenso esfuerzo que les suponía su conservación. Fue entonces cuando se pusieron en contacto con la asociación empresarial sin ánimo de lucro «Camino del Asombro», muy recientemente constituida, para pedir ayuda. Ahora, por fin, podrá volver abrir sus puertas esta maravilla arquitectónica del siglo XV: a partir del próximo viernes, y por primera vez en casi 600 años, los visitantes podrán recorrer pasillos, celdas y claustros por los que, hasta hace muy poco, solo transitaban las monjas de clausura.

La

Una de las magníficas y desconocidas estancias de San Antonio el RealVíctor Gibello

«El público podrá visitar esta joya cultural y patrimonial y descubrir estancias como el claustro, la sala capitular o las antiguas celdas, con recorridos sobrios y contemplativos. Además, se organizarán exposiciones y actividades vinculadas a la historia, la naturaleza, la astronomía, la gastronomía, la literatura o las artes», han explicado desde Camino del Asombro. La asociación tiene como fin «recuperar, en su sentido más amplio, el patrimonio espiritual, cultural y material de los monasterios en España; no solo para preservarlo, sino también para devolverle su sentido original, para que estos espacios —muchos de ellos olvidados o a punto de desaparecer— vuelvan a tener un lugar en la vida contemporánea».

La Reina Isabel la Católica

San Antonio el Real es uno de los conjuntos monásticos más bellos y singulares del patrimonio castellano. Su historia comienza en 1454, cuando el príncipe Enrique —futuro Enrique IV— recibe de su padre, Juan II, la finca de El Campillo, lugar de recreo en Segovia. Al acceder al trono, la cede a la orden franciscana, que levanta allí un convento. Años después, Isabel la Católica obtiene una bula papal para trasladar a este espacio a parte de la comunidad de clarisas. Conserva una arquitectura única y una riqueza artística excepcional: artesonados, blasones, retablos, estancias reales y piezas litúrgicas han logrado vencer a la implacabilidad del tiempo gracias a la custodia de la comunidad religiosa que lo habitó en silencio.

El claustro de San Antonio el Real

El claustro de San Antonio el RealVíctor Gibello

Fue convento en activo, pero también pabellón de caza real, residencia vinculada a linajes y testigo callado de disputas por la Corona. En sus estancias aún resuenan los blasones de Enrique IV y de Juana de Avis, y la historia truncada de la Beltraneja. El conjunto combina elementos góticos con una destacada decoración mudéjar, y conserva espacios de gran valor: refectorio, sala capitular, claustro, iglesia, altar barroco, retablos flamencos. Este viernes, ese legado se abrirá al mundo.

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