Detalle. Santa Ángela de la Cruz, retratada por Raúl Berzosa para la Iglesia de San Giovanni dei Fiorentini, en Roma
Ángel Pérez, cineasta: «Santa Ángela de la Cruz fue una mujer luminosa con una tormenta interior»
El periodista y cineasta ha participado este jueves 8 de febrero en las XVII Jornadas Católicos de Vida Pública de Sevilla, con una ponencia sobre la célebre fundadora de las Hermanas de la Cruz
«Santa Ángela de la Cruz es la santa de Sevilla», asegura el periodista Ángel Pérez Guerra, director del cortometraje En el último minuto. El también ex redactor jefe de ABC de Sevilla ha participado este jueves 8 de febrero en las XVII Jornadas Católicos de Vida Pública de Sevilla, con una ponencia sobre la célebre fundadora de las Hermanas de la Cruz. El evento, organizado por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), CEU Andalucía y la archidiócesis de la capital andaluza, lleva por título Santos y mártires de Sevilla: un camino hacia la felicidad.
–Para muchos sevillanos, santa Ángela de la Cruz es casi una patrona oficiosa de la ciudad.
–Más que patrona, yo diría matrona, pero sí: sor Ángela es una institución para el pueblo de Sevilla, y para muchas generaciones de sevillanos. ¿Por qué? Es un misterio, pero lo cierto es que ya en 1932, cuando ella murió, las colas duraron tres días. Y el mismo día de su fallecimiento el ayuntamiento –que era republicano– ordenó cambiar el nombre de la calle Alcázares por el de «Sor Ángela de la Cruz». Otra muestra de la extensión e intensidad de la devoción es que su proceso de beatificación comenzó apenas seis años después de su muerte.
–¿Su legado sigue vivo en Sevilla?
–Es imposible dar un paseo por el centro y no encontrar una imagen de sor Ángela en algún negocio o algún local. Está en las parroquias, en las casas, en los almanaques y en las carteras de muchos sevillanos… ¡Hay hasta un hospital que lleva su nombre! Hay muchos vecinos que no tienen clara su fe, pero sí tienen muy claro que esta mujer fue una heroína en la lucha por ayudar a los demás, por consolar y adecentar la vida de los más necesitados.
El cuerpo de Santa Ángela de la Cruz en procesión por las calles de Sevilla
–Santa Ángela fundó la Compañía de las Hermanas de la Cruz el 2 de agosto de 1875…
–Sí, animada por su confesor, el padre Torres Padilla. Las Hermanas de la Cruz fueron en aquel momento una verdadera revolución en Sevilla, y hoy siguen siendo una de las instituciones más queridas de la ciudad. Aquí sigue habiendo mucha pobreza y mucha enfermedad abandonada, muchos mayores solitarios que cada tarde reciben la visita de las Hermanas de la Cruz. Muchos sevillanos enfermos agonizan con la única compañía de una hija de sor Ángela tomándoles la mano.
–¿Qué llevó a sor Ángela a gastar su vida por los pobres de un modo tan radical?
–El amor a Dios. Su lema era «hacerse pobre con los pobres», para llevarlos al Señor. Sufría al ver la pobreza, la miseria y el abandono que eran el pan de cada día en la Sevilla del siglo XIX, y observaba que esto también rompía los lazos de la fe. Sor Ángela quiso que los pobres abandonados nunca dejaran de creer por estar en unas condiciones precarias.
–Combinaba caridad y evangelización, cuidado material y cuidado espiritual.
–Observó que la vida contemplativa y la vida activa estaban bastante separadas, y quiso unir ambas dimensiones. Quería vivir activamente el Evangelio, pero también a partir de la oración. Sabía que solamente con una oración intensa y diaria ante el Santísimo uno puede actuar luego también intensamente. Intentó unir contemplación y acción en la misma vida y en la misma figura de las religiosas de las Hermanas de la Cruz… ¡y a fe mía que lo consiguió!
María de los Ángeles Guerrero González
–Está usted preparando una película sobre santa Ángela de la Cruz, ¿qué nos puede adelantar?
–Descubrí que sor Ángela tenía una película cuando me di cuenta de que frente a su monumento nunca faltan flores. Es la santa de Sevilla, está viva en mucha gente, y eso me llevó a preguntarme por qué su vida no había sido llevada aún al cine, que es el gran instrumento de comunicación y evangelización de nuestros días. Así que ahora mismo estoy preparando el guion: tengo la mesa de trabajo inundada de libros y publicaciones sobre sor Ángela. ¡Su figura es inagotable!
–¿Ha descubierto en su investigación algo que le haya sorprendido sobre la santa? Tal vez algo que incluso muchos sevillanos no sepan.
–Entre las obras que he consultado descubrí uno editado por la BAC, Escritos íntimos, que escribió sor Ángela, con la intención de que solo los leyeran ella y su confesor. Aquí está una sor Ángela desconocida: describe su noche oscura del alma, su tormenta interior. Ella fue una mujer extraordinariamente luminosa, pero creo que no lo habría sido si antes no hubiera estado muy atormentada.
–¿Qué la atormentaba?
–Sor Ángela lo quería dar todo por Cristo, su lucha por vencer al pecado tenía en ella unas dimensiones absolutamente inagotables. Y esto le hacía reñir consigo misma, y tener la sensación de no valer nada. Tenía un sentido de la humildad extraordinariamente exigente, hasta el punto de que en algún momento su confesor tuvo que frenar sus penitencias. Ella quería aportar una obra grande al Reino de Dios, pero desde la humildad: esa contradicción le producía un enorme sufrimiento. Una tormenta que solo podrá reconducir gracias a la orden del padre Torres Padilla de ponerlo por escrito, y que dará fruto en la fundación de las Hermanas de la Cruz.
–Participa en las Jornadas de Católicos y Vida Pública, ¿concibe su película como un acto de evangelización?
–Sí, y sobre todo como una invitación a las vocaciones, porque las Hermanas de la Cruz se han nutrido tradicionalmente de sus internados y sus colegios de niñas. Y con la ley que tenemos esa escuela amenaza con desaparecer. Las vocaciones son cosa de Dios, pero si los hombres echamos una mano, no está de más.
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