«En el lugar del Pedroso, en veinte dos días del mes de mayo del año del Señor de mil quinientos y cincuenta y siete, el señor Rodrigo de Chaves, que había edificado una casa y cerrado un pedazo de tierra para huerta en la dehesa del Berrocal, junto a la fuente del Palancar, dijo que le concedía a Fray Pedro de Alcántara, que ganó un breve apostólico para pasar a la oración y contemplación viviendo vida eremítica, la dicha casa y huerta para que more en ella por todos los días de su vida…»
Esta es la escritura de donación por la que Rodrigo de Chaves entregaba el terreno donde se alza el conventino a la orden franciscana. Chaves y su mujer, Francisca, eran íntimos amigos de san Pedro de Alcántara, y en agradecimiento por sus consejos le donaron la casa.