Persecución religiosa en los años 30 del siglo XX
El Papa Francisco autorizó el pasado sábado la beatificación de dos mártires más de la persecución religiosa en la década de 1930 en España. Se trata de un sacerdote diocesano, Cayetano Clausellas Ballvé, nacido en 1863, originario de Sabadell, y de un laico y padre de familia, Antonio Tort Reixachs, nacido en 1895 cerca de Barcelona. Ambos fueron asesinados en 1936.
El primero, capellán de una residencia de ancianos, fue capturado por milicianos el 14 de agosto de 1936 y fusilado por la espalda al amanecer del día siguiente. Se le conocía como «el padre de los pobres» por la ingente y sacrificada labor que hacía por ellos.
El laico, padre de 11 hijos, muy devoto de la eucaristía y de Nuestra Señora, había ocultado en su casa al obispo de Barcelona Manuel Irurita (que más tarde sufriría también al martirio) y a varias religiosas. Fue «acusado» de haber participado en peregrinaciones a Montserrat. La casa de Tort fue asaltada y saqueada por milicianos armados, que destrozaron todas las imágenes sagradas que encontraron. Posteriormente Tort fue torturado en un convento convertido en cárcel y luego lo fusilaron la noche del 3 al 4 de diciembre cerca del cementerio de Montcada.
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