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El Papa Francisco, durante su intervención ante el G7

El Papa Francisco, durante su intervención ante el G7AFP

Cumbre del G7 en Italia

El Papa, ante el G7: «Ninguna máquina debe elegir poner fin a una a vida»

Francisco ha sido el primer Pontífice en participar en una cumbre, ante la que ha pedido prohibir el uso de armas autónomas

El Papa Francisco ha intervenido este viernes, 14 de junio, ante la cumbre del G7 en su encuentro en Italia. Francisco, invitado por Georgia Meloni, ha sido el primer Pontífice en comparecer ante los líderes de las siete democracias más avanzadas del planeta, ante los que ha abogado por dar una dimensión ética a la inteligencia artificial, ya que, según ha dicho, esta tecnología ha supuesto una «auténtica revolución cognitivo-industrial».

El obispo de Roma ha advertido sobre el uso de la IA en la guerra y la industria armamentística. «Ninguna máquina debería elegir jamás poner fin a la vida de un ser humano», alertó el papa, el primero en asistir a una cumbre de estas potencias (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), reunidas en la región italiana de Apulia (sur).

El tema elegido por el Papa había sido la inteligencia artificial, que califica como «un instrumento fascinante y tremendo». En el largo discurso, Francisco ha reclamado que no se olvide la ética para contribuir a generar una «cultura del encuentro» y no una «cultura del descarte». En este sentido ha admitido que «en un drama como el de los conflictos armados, es urgente replantearse el desarrollo y la utilización de dispositivos como las llamadas armas autónomas letales para prohibir su uso, empezando desde ya por un compromiso efectivo y concreto para introducir un control humano cada vez mayor y significativo».

Diez encuentros bilaterales

En cambio, la IA, ha reclamado, «podría permitir una democratización del acceso al saber, el progreso exponencial de la investigación científica, la posibilidad de delegar a las máquinas los trabajos desgastantes. Pero, al mismo tiempo, podría traer consigo una mayor inequidad entre naciones avanzadas y naciones en vías de desarrollo, entre clases sociales dominantes y clases sociales oprimidas, poniendo así en peligro la posibilidad de una cultura del encuentro y favoreciendo una cultura del descarte».

Antes de su intervención, que se ha producido en la sesión outreach, cedida a gobiernos externos al G7,el Pontífice se ha reunido con los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y el de Ucrania, Volodimir Zelenski, en el marco de los diez encuentros bilaterales en los que ha participado. El Santo Padre ha llegado al resort de Borgo Egnazia a las 12:10 horas, según ha informado la Oficina de Prensa de la Santa Sede y ha sido recibido por la primera ministra de Italia, Georgia Meloni. «¿Sigues viva?», le ha preguntado Francisco. A lo que ella, entre bromas, ha dicho: «Aún estoy viva». «Somos dos», ha respondido Francisco. Y Meloni le ha contestado: «Será un día largo pero bonito».

La agenda política de la jornada ha comenzado con un encuentro con la directora del Fondo Monetario Internacional, Cristalina Georgiana. Tras esta reunión, el Papa Francisco ha conversado en privado con el presidente francés, Emmanuel Macron, y posteriormente con el canadiense, Justin Trudeau.

El Papa Francisco ha sido uno de los protagonistas más esperados del G7, que concluye este sábado 15 de junio en la localidad turística del sur de Italia. La jornada del Pontífice ha arrancado en el Vaticano con una audiencia privada con el presidente de la República de Cabo Verde, José Maria Neves. A continuación, ha tenido un encuentro con más de 100 cómicos de todo el mundo, entre ellos la española Cristina Castaño.

Francisco y Biden se verán en cambio en torno a las 19:00 horas del viernes, antes de que el Papa emprenda el regreso al Vaticano. La reunión privada con Biden será la última de una serie de encuentros que también incluirán al turco Recep Erdogan, al brasileño Lula da Silva, al argelino Abdelmadjid Tebboune o el keniata William Samoei Ruto.

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