
Los cardenales durante la visita a la tumba del Papa Francisco
Los cardenales despliegan todo el boato vaticano al honrar al Papa Francisco ante su tumba
Los miembros del colegio cardenalicio acudieron a la Basílica de Santa María la Mayor para rezar ante la tumba del Papa Francisco
Los cardenales presentes en Roma se han desplazado este domingo hasta la Basílica de Santa María la Mayor para visitar la tumba del Papa Francisco, enterrado ayer sábado.
Los cardenales han rezado las Segundas Vísperas antes de acercarse al lugar donde reposa el cuerpo del Santo Padre.
Presidió la ceremonia el cardenal lituano Rolandas Makrickas, arcipreste coadjutor de la Basílica de Santa María la Mayor y uno de los purpurados más jóvenes con 53 años.
Unas Segundas Vísperas que el cardenal Makrickas ha celebrado con toda la solemnidad y boato vaticano que merece la tumba de un Pontífice. ¿Una nueva señal (y ya van varias) de cara al cónclave que apunta a un nuevo modo de hacer las cosas?
Una tumba la del Papa Francisco que desde primera hora de esta mañana permanece ya abierta a los peregrinos y fieles que se quieran acercar hasta Santa María la Mayor para rezar por el Pontífice.
La tumba se ha definido como «sencilla» y, lo cierto, es que su apariencia lo es. Una pared encalada con una cruz y una lápida con el nombre en latín del Papa sobre la que reposa una rosa blanca.
Como curiosidad, mientras acudían a rezar ante la tumba del Papa más de un cardenal no pudo resistir la tentación de sacar el teléfono móvil y realizar alguna fotografía de la tumba.
Tras la visita a la tumba del Papa, los cardenales ponen fin a la pausa en el camino de preparación del Cónclave del que saldrá elegido el sucesor de San Pedro y reanudarán mañana lunes las congregaciones generales.