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ROMA (ITALIA), 17/05/2025.- Nazarenos participan en una procesión histórica y que difícilmente se volverá a repetir en la que el paso del Nazareno de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno -imagen del siglo XVII- ha estado acompañado de otros emblemáticos pasos de la Semana Santa española como el Cristo de la Expiración 'El Cachorro' (Sevilla), y la Virgen de la Esperanza Coronada (Málaga), este sábado en Roma (Italia). EFE/ Miguel Salvatierra

Los nazarenos han participado en una procesión histórica que difícilmente se volverá a repetirEFE

Roma se rindió al paso de la fe: así fue la Gran Procesión del Jubileo de las Cofradías

En el marco del Jubileo convocado por el Papa Francisco para este año 2025, y organizado por el dicasterio para la Evangelización, miles de fieles tomaron las calles romanas en un acontecimiento que quedará grabado en los anales de la fe popular

No era Semana Santa, pero por momentos Roma lo pareció. La Ciudad Eterna, acostumbrada a otro tipo de procesiones solemnes, se rindió este sábado al caminar cadencioso de los costaleros, al golpe seco del tambor, a los sones desgarrados de cornetas y a una marea de nazarenos con capirotes de todos los colores. Comenzó así la Gran Procesión del Jubileo de las Cofradías, un hecho insólito y único: por primera vez, la Semana Santa española cruzó el Tíber y abrazó el Circo Máximo.

En el marco del Jubileo convocado por el Papa Francisco para este año 2025, y organizado por el dicasterio para la Evangelización, miles de fieles tomaron las calles romanas en un acontecimiento que quedará grabado en los anales de la fe popular. Desde el jueves, los peregrinos habían comenzado a llegar, luciendo camisetas de hermandad, medallas al cuello y emoción contenida. Se dieron cita cofrades venidos de todos los rincones del mundo, pero los corazones latían especialmente al ritmo de Sevilla, Málaga y León.

ROMA (ITALIA), 17/05/2025.- Nazarenos participan en una procesión histórica y que difícilmente se volverá a repetir en la que el paso del Nazareno de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno -imagen del siglo XVII- ha estado acompañado de otros emblemáticos pasos de la Semana Santa española como el Cristo de la Expiración 'El Cachorro' (Sevilla), y la Virgen de la Esperanza Coronada (Málaga), este sábado en Roma (Italia). EFE/ Miguel Salvatierra

El Cristo de la Expiración, 'El Cachorro' (Sevilla), este sábado en RomaEFE

El momento más esperado llegó a las 14:00 horas. En dos bloques perfectamente coordinados, el cortejo partió desde distintos puntos del centro histórico, uniendo el arte sacro del sur de Europa con el corazón barroco de Roma. Entre los protagonistas, destacaron «El Cachorro» de Sevilla, «La Esperanza» de Málaga y «El Nazareno» de León , tres de las imágenes más emblemáticas de la Semana Santa española. A su paso, Roma se detuvo: la gente miraba, grababa con sus móviles y, en muchos casos, no podía contener la emoción.

El Cristo de la Expiración, llevado por 42 hombres, avanzó con solemnidad, mientras su rostro agonizante imponía silencio en cada rincón del recorrido. Frente al Coliseo, ese silencio fue roto por una mujer vestida de mantilla, que alzó la voz con una saeta. Su cante, desgarrado, resonó como una plegaria improvisada, dejando a muchos en silencio, sobrecogidos.

Members of a Spanish confraternity of the Christ of Nazareth take part in a procession as part of the Jubilee of Confraternities, in Rome on May 17, 2025. (Photo by Stefano Rellandini / AFP)

Miembros de la cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno (León)AFP

Después fue el turno del esplendor. La Virgen de la Esperanza de Málaga desfiló imponente sobre un trono de grandes dimensiones, portado por 270 hombres. Su paso, comparable al de una catedral en movimiento, avanzó con precisión entre los edificios históricos del centro de Roma.

Las velas encendidas y el movimiento coordinado de los varales crearon una atmósfera de recogimiento. Cientos de nazarenos, con túnicas púrpura, verdes y negras, acompañaron la escena. A su paso, el público enmudecía; algunos se santiguaban, otros rompían en aplausos y lanzaban vítores: «¡Viva la Esperanza!». No fue una representación folclórica, sino una auténtica manifestación de fe popular en pleno corazón de la Ciudad Eterna.

A member of a confraternity from Perpignan takes part in a procession as part of the Jubilee of Confraternities, near the Colosseum in Rome on May 17, 2025. (Photo by Stefano Rellandini / AFP)

Un miembro de una cofradía de Perpiñán participa en la procesiónAFP

La devoción leonesa también tuvo su espacio en este Jubileo de las Cofradías. La imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, conocida como el ‘señor’ de León, permaneció expuesta desde primera hora del viernes en la basílica de Sant’Andrea della Valle, donde la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno organizó un besapié que congregó a cientos de fieles a lo largo del día.

Ya en la procesión, su paso, adornado con flores moradas, blancas y amarillas, parecía un jardín en movimiento, contrastando con la sobriedad castellana de sus cofrades, que avanzaron con la mirada fija en su Cristo. Por unas horas, la Ciudad Eterna se volvió también leonesa.

También participaron grupos de Italia, Francia y Portugal, que desfilaron con sus estandartes, sus cruces floridas y sus propios ritmos locales, en un diálogo silencioso pero profundo entre tradiciones que encontraron su punto de encuentro en el corazón del cristianismo.

Para muchos peregrinos, ver expuestas sus queridas imágenes en las basílicas de Roma ya había sido una experiencia inolvidable. Pero la procesión de este sábado superó todas las expectativas, dejando su sello con elegancia, firmeza y recogimiento y llevando la esencia de su tierra hasta el corazón del cristianismo. Roma no solo los recibió: se detuvo ante ellos. Y así, en una tarde que ya es historia, la Ciudad Eterna se rindió a la fe que se lleva a hombros.

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