El que hablen de uno puede

Un estudio revela quienes prefieren que se hable de ellos a sus espaldas a toda costaGrok/X

Psicología

¿Es mejor que se hable de uno, aunque sea mal o ser ignorado? Esto dice la psicología

Un estudio revela quienes prefieren que se hable de ellos a toda costa

Hay quien prefiere ser el centro de atención aunque eso suponga que se hable mal de uno, mientras que los hay que son más felices pasando desapercibidos aunque signifique ser ignorado por la sociedad. Esta cuestión, que a primera vista pudiera demostrar una personalidad u otra, no es algo tan sencillo y podría tener consecuencias psicológicas importantes tan y como han demostrado un equipo de investigación de la Universidad de Misisipi.

El profesor Andrew Hales, asegura que décadas de estudios sobre el ostracismo han demostrado que incluso formas breves y sutiles de exclusión —como ser ignorado por un desconocido— pueden afectar nuestras necesidades psicológicas fundamentales: «Ser excluido, aunque sea por un instante y por alguien que no conoces, te hace sentir como un extraño, te devalúa, te hace sentir insignificante», explica Hales.

La situación se complica aún más, aseguran los psicólogos de Ole Miss si se le añaden comentarios, verdaderos o falsos, que generalmente enfrentan a unas personas con otras, lo que coloquialmente se denomina chisme.

«Los chismes tienen mala reputación, y con razón: nadie quiere ser el tema de una conversación a sus espaldas», continuó Hales quien añade: «Pero tampoco queremos ser invisibles. Si las únicas opciones son que hablen de ti o que no te mencionen en absoluto, ambas pueden ser dolorosas, aunque de formas distintas».

Para investigar este tema, Hales trabajó junto con Meltem Yucel, investigadora en la Universidad de Duke, y Selma Rudert, profesora en Alemania. Yucel, fascinada por los chismes desde su infancia en Turquía, donde observaba cómo los adultos compartían historias en reuniones sociales, ha estudiado el fenómeno en diversas edades y contextos culturales.

Experimento social

En este estudio, los investigadores pidieron a más de 1.000 participantes imaginar que asistían a una fiesta y, al marcharse, se convertían en tema de conversación. La pregunta: ¿preferirías que hablaran de ti o que te ignoraran?

Los cinco experimentos revelaron resultados variados. Si bien la mayoría prefiere ser mencionada positivamente, no todos lo ven así. Alrededor de un tercio de los encuestados prefería no ser el centro de chismes, ni siquiera favorables. Las razones podrían ir desde la desconfianza hasta normas culturales o religiosas.

Rasgos narcisistas

También hallaron que el género y los rasgos narcisistas influyen. En general, los hombres y quienes mostraban mayor narcisismo eran más propensos a preferir ser el tema de conversación, incluso si se trataba de chismes negativos. Para estas personas, ser mencionado —aunque sea mal— es mejor que ser ignorado.

En promedio, el 85 % de los participantes rechaza los chismes negativos, mientras que un 64 % valora los positivos. Aun así, cerca del 30 % se siente incómodo incluso con los comentarios favorables.

Para Yucel, el chisme no es necesariamente perjudicial: puede servir como mecanismo social para reforzar normas y valores, siempre que se base en la verdad y se comparta con buenas intenciones.

«El chisme está en todas partes», concluyó Hales. «Somos seres sociales, y hablar de otros es parte de cómo conectamos. Lo importante es hacerlo con empatía y responsabilidad», concluye la experta.

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