
Una garrapata
Nunca uses estos colores si vas al campo en primavera: consejos para evitar las picaduras de garrapatas
Llevar unas pinzas de punta fina también puede ser útil en caso de tener que retirar una garrapata, lo cual debe hacerse con cuidado, sujetándola por la cabeza y tirando suavemente hacia arriba, sin girar ni aplastar
Con la llegada del buen tiempo, muchas personas optan por disfrutar de la naturaleza a través de excursiones, paseos o actividades al aire libre. Estas escapadas, que a menudo se realizan de forma espontánea y sin demasiada planificación, pueden exponer a quienes las practican a ciertos riesgos que no siempre se tienen en cuenta. Uno de los más comunes –y también más subestimados– es el de las garrapatas, pequeños parásitos que pueden transmitir enfermedades al picar.
Las garrapatas suelen pasar desapercibidas, pero su picadura puede ser el punto de entrada para infecciones como la enfermedad de Lyme o la fiebre botonosa. Por eso, tanto las autoridades sanitarias como expertos en salud ambiental insisten en la necesidad de adoptar medidas preventivas antes de adentrarse en zonas rurales o de monte. Entre las más efectivas, destaca la elección adecuada de la ropa.
Uno de los errores más frecuentes al preparar una salida al campo es vestir ropa oscura. Este detalle, aparentemente menor, puede dificultar la detección de garrapatas adheridas a la ropa. Por el contrario, el uso de prendas claras facilita su visibilidad. El Ministerio de Sanidad y comunidades autónomas como Madrid recomiendan optar por colores claros, así como por manga larga, pantalón largo metido por dentro de los calcetines y calzado cerrado. Esta vestimenta actúa como una barrera física contra estos parásitos y reduce el riesgo de contacto con la vegetación, donde suelen ocultarse.
Las garrapatas habitan en zonas con hierba alta, matorrales, arbustos o suelos húmedos, y algunas especies pueden encontrarse incluso en construcciones rurales como casetas o perreras. Aunque pueden estar presentes durante todo el año, su actividad aumenta entre los meses de abril y octubre, coincidiendo con el aumento de temperaturas. Es precisamente durante la primavera y el verano cuando se requiere mayor precaución, especialmente en zonas cálidas.
Además de la vestimenta adecuada, se recomienda caminar por el centro de los senderos, evitar sentarse directamente en el suelo y aplicar repelentes específicos para garrapatas. Al regresar, es fundamental revisar cuidadosamente el cuerpo, la ropa y las mascotas, prestando especial atención a zonas como ingles, axilas, detrás de las rodillas, orejas, ombligo y cuero cabelludo. Llevar unas pinzas de punta fina también puede ser útil en caso de tener que retirar una garrapata, lo cual debe hacerse con cuidado, sujetándola por la cabeza y tirando suavemente hacia arriba, sin girar ni aplastar.
Tras la extracción, se aconseja lavar la zona con agua y jabón, desinfectar y observar la evolución en los días siguientes. Si aparecen síntomas como fiebre, cansancio o manchas en la piel, es importante acudir al médico e informar de la picadura. Aunque no todas las garrapatas transmiten enfermedades, algunas pueden causar dolencias graves si no se actúa a tiempo. La prevención, por tanto, es la mejor defensa frente a estos discretos pero peligrosos parásitos.