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¿Por qué comemos cuando tenemos ansiedad? Esto es lo que hay que hacer para salir de este círculo vicioso

Las mujeres que se perciben como solitarias activan regiones del cerebro asociadas con un mayor deseo de comer alimentos azucarados

En época de exámenes o de mayor carga profesional, ante un problema familiar o simplemente por soledad muchas personas sienten una necesidad incontrolable por comer. Una ansiedad que solo se calma con alimentos, a menudo, poco saludables como dulces o carbohidratos.
La ansiedad por comer es un trastorno que afecta a muchas personas pero poco se ha estudiado el por qué ocurre. Un nuevo estudio de la Universidad de California (UCLA) se ha centrado en el impacto de la soledad en el cerebro de las mujeres y cómo repercuten los hábitos alimentarios y la salud mental.
El trabajo, publicado en JAMA Network Open, concluye que las mujeres que se perciben a sí mismas como solitarias exhiben actividad en regiones del cerebro asociadas con los antojos y la motivación para comer, especialmente cuando se les muestran imágenes de alimentos ricos en calorías, como los azucarados. El mismo grupo de mujeres también tenía conductas alimentarias poco saludables y mala salud mental, informa la universidad.
Arpana Gupta, investigadora y codirectora del Centro de Microbioma Goodman-Luskin de UCLA, quería investigar los impactos negativos de la soledad y cómo el cerebro interactúa con el aislamiento social, los hábitos alimentarios y la salud mental. Si bien está establecido que la obesidad está relacionada con la depresión y la ansiedad, y que los atracones se entienden como un mecanismo de afrontamiento contra la soledad, Gupta quiso observar las vías cerebrales asociadas a estos sentimientos y comportamientos.

Niveles altos de aislamiento social

Los investigadores encuestaron a 93 mujeres sobre su sistema de apoyo y sus sentimientos de soledad y aislamiento, luego las separaron en dos grupos: las que obtuvieron una puntuación alta en la escala de aislamiento social percibido y las que obtuvieron una puntuación baja. Los investigadores encontraron que las mujeres que tenían niveles más altos de aislamiento social tendían a tener mayor masa grasa, menor calidad de la dieta, mayores antojos, alimentación basada en recompensas y alimentación descontrolada, y mayores niveles de ansiedad y depresión.
Los investigadores encontraron que aquellas mujeres que se percibían a sí mismas como solitarias experimentó una mayor activación en regiones del cerebro asociadas con un mayor deseo de comer alimentos azucarados, y una menor activación en la región del cerebro asociada con el autocontrol de las conductas alimentarias.
Arpana Gupta explica: «Estos hallazgos son interesantes porque proporcionan evidencia de lo que sabemos intuitivamente» y añade: «Cuando las personas están solas el impacto va más allá de cómo se sienten; no informan lo que comen, su deseo de comer y sus antojos, especialmente de alimentos no saludables».

Círculo vicioso

«Si tienes más antojos, comes más y puedes tener más ansiedad o depresión, lo que puede llevarte a comer más», afirma Xiaobei Zhang, investigador postdoctoral y autor principal, comparando esta vía con un «círculo vicioso entre una alimentación poco saludable y una alimentación negativa».
Los investigadores dijeron que las intervenciones holísticas entre mente y cuerpo pueden ser una solución para romper con el ciclo. Los ejemplos incluyen ser consciente de que se siente solo y, según la persona, buscar una conexión con los demás o practicar la autocompasión. Otra sugerencia es elegir alimentos más saludables. «En lugar de consumir esa comida altamente adictiva, dulce y rica en calorías que se te antoja, tal vez intentes optar por alimentos saludables en lugar de aquellos malos», dijo Gupta.
La investigación futura de Gupta se centrará en observar otros marcadores biológicos como los metabolitos, el microbioma y las firmas inflamatorias asociadas con la soledad.

Cómo controlar la ansiedad por comer

Los expertos recomiendan:
  1. Identifica los desencadenantes: Los psicólogos aconsejan anticiparse a situaciones de estrés, soledad o tristeza para intentar evitar caer en la tentación de comer en exceso.
  2. Planifica tus comidas: Tener alimentos poco saludables en la despensa no ayuda a la hora de evitar los antojos de dulces. Tener a mano frutos secos en pequeñas cantidades puede ayudar a evitar los bollos y chocolates. Las infusiones calientes también ayudan a sentirse saciado.
  3. El ejercicio físico ayuda a aumentar los niveles de dopamina del mismo modo que ocurre cuando comemos.
  4. Ante situaciones desencadenantes, hablar con familiares o amigos puede ayudar a controlar la necesidad de comer. Si no se puede controlar pide ayuda a un profesional.
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