Un nuevo estudio demuestra que la remisión de la prediabetes protege el corazón y salva vidas
Dejar de comer dulce reduce a la mitad el riesgo de infarto
Médicos y nutricionistas han basado tradicionalmente los esfuerzos para reducir la mortalidad cardiovascular en tres pilares fundamentales: controlar la presión arterial, reducir el colesterol LDL y abandonar el tabaquismo.
Ahora, una nueva investigación del Hospital Universitario de Tubinga, Helmholtz de Múnich y el Centro Alemán para la Investigación de la Diabetes (DZD) propone añadir un cuarto elemento: la normalización persistente de la glucemia en la fase de prediabetes.
Un análisis internacional ha demostrado, por primera vez, que las personas con prediabetes que logran normalizar sus niveles de glucosa en sangre mediante cambios en el estilo de vida pueden reducir a la mitad su riesgo de infarto, insuficiencia cardíaca y muerte prematura. Este hallazgo, calificado como potencialmente revolucionario en el ámbito de la prevención médica, abre la puerta a incorporar un nuevo objetivo medible en las directrices clínicas.
El profesor Andreas Birkenfeld, explica: «Nuestros resultados sugieren que la remisión de la prediabetes no solo retrasa o evita la aparición de la diabetes tipo 2, como ya se sabía, sino que también protege a las personas frente a enfermedades cardiovasculares graves durante décadas».
La prediabetes está considerada una fase temprana de la diabetes y hasta ahora carecía de metas terapéuticas bien definidas. Aunque se suele aconsejar a los afectados que pierdan peso, mejoren su alimentación y aumenten la actividad física, no estaba claro si estos esfuerzos se traducían en beneficios cardiovasculares a largo plazo. Hasta el momento, ningún programa de estilo de vida dirigido a este colectivo había mostrado una reducción sostenida en eventos como infartos o fallecimientos relacionados con el corazón a lo largo de décadas.
La clave, los niveles de glucosa
El reciente avance proviene de un análisis combinado de dos de los estudios de prevención de diabetes más extensos a nivel mundial, realizados en Estados Unidos y China. Bajo la coordinación del equipo de Tubinga y con la colaboración de colegas internacionales, se examinó si la clave no era simplemente el cambio de hábitos, sino el logro efectivo de la normalización de los niveles de glucosa, es decir, la remisión de la prediabetes.
Los datos a largo plazo, recopilados de más de 2.400 personas con prediabetes, revelan que quienes consiguieron volver a niveles normales de glucemia presentaron un riesgo mucho menor de sufrir eventos cardiovasculares graves o de fallecer por estas causas, incluso cuando la pérdida de peso fue similar entre los grupos comparados. En ambos estudios, la mortalidad cardiovascular se redujo en torno al 50 %, y la mortalidad general también mostró un descenso significativo. En concreto, el seguimiento en Estados Unidos se prolongó durante 20 años, mientras que en China alcanzó los 30. Posteriormente, los datos fueron armonizados para facilitar un análisis comparativo entre los grupos con y sin remisión de la prediabetes.
Según el estudio, un valor de glucosa en ayunas igual o inferior a 97 mg/dL constituye un umbral sencillo que puede indicar un riesgo significativamente menor de enfermedad cardiovascular, sin importar la edad, el peso o el origen étnico. Esta medida podría implementarse fácilmente en consultas médicas de atención primaria en todo el mundo, facilitando una prevención más efectiva y accesible.
El estudio subraya, en definitiva, el valor de establecer objetivos claros y medibles en el ámbito de la prevención. «Vemos una clara ventana terapéutica: si los niveles de glucosa se normalizan ya en la etapa de prediabetes, el riesgo a largo plazo de infarto, insuficiencia cardíaca y muerte prematura puede reducirse notablemente. Nuestros datos respaldan explícitamente la inclusión de la remisión como objetivo principal del tratamiento en las directrices para la prevención de la diabetes y las enfermedades cardiovasculares», concluyó el profesor Birkenfeld.