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Una buena comunicación es clave para las relaciones de parejaGTRES

«Si tu pareja es quien lo decide todo y tu callas, tenéis un problema»

El psicólogo Sebastián Girona explica el síndrome del jefe y el empleado

Son muchos los factores que influyen para que una relación de pareja funciones: respeto, cariño, confianza y una buena comunicación son fundamentales para asentar las bases de una relación. Sin embargo, existen ramificaciones que influyen en el buen funcionamiento, una de ellas es la relación de poder dentro de la pareja.
El psicólogo Sebastián Girona, especializado en vínculos y autor de No te aguanto más y Cada cual por su lado explica que en las relaciones generalmente hay una persona que tiene mucho poder y otra menos. Como un jefe y un empleado. El malo de la película suele ser aquel que está más arriba en la relación y decide a qué colegio enviamos a los niños, dónde nos vamos de vacaciones o en qué barrio vivimos. Sin embargo, la ecuación no es tan sencilla: «El que está más abajo, también tiene mucha responsabilidad en que esto suceda y se sostenga en el tiempo», asegura el psicólogo.
Por eso, Girona invita a preguntarse: ¿cómo circula el poder dentro de la relación y cómo de equitativamente trabajamos juntos?
En su opinión, lo que es importante para el vínculo, es que exista un proyecto de pareja que nos unifique y, al mismo tiempo, un proyecto propio, que nos enriquezca al mismo tiempo de forma individual.
–¿Cómo podemos identificar una relación asimétrica?
–Una relación asimétrica es aquella en donde uno de los dos toma la mayoría de las decisiones, desde las más importantes y trascendentales hasta las más cotidianas, todo esto frente a la mirada pasiva de su pareja que lejos de molestarle hasta parece serle funcional porque no tiene que decidir nada ni tiene que cargar con el peso de la responsabilidad. Esto lleva a que uno de los dos termine teniendo mayores derechos y menos obligaciones que el otro y por ende el otro tiene menos derechos y más obligaciones que el primero.
Además estas parejas tienen dificultades para dialogar y ponerse de acuerdo y esto es crítico porque el diálogo es el oxígeno de la pareja. También tienen dificultades para compartir tiempo solos y poder conectar ya que muchas veces quedan con amigos o con familia pero no solos. También presentan roles fijos y difíciles de modificar.
–¿Se puede considerar la asimetría de pareja como una relación tóxica?
–Podría ser aunque la conflictividad en una pareja asimétrica es más bien silenciosa a diferencia de las relaciones tóxicas en donde los conflictos suelen ser más ruidosos y llamativos. La asimetría se va instalando silenciosamente dentro de la relación como casi todo los problemas de pareja y cuando los integrantes del vínculo se dan cuenta suele ser tarde.
–¿Puede ser el síndrome de la asimetría algo elegido por uno de los miembros porque le es más fácil?
–Sí, en un principio sí. Puede ser tentador para algunas personalidades delegar todo lo importante y lo no importante también en el otro porque no se corre con la responsabilidad de la decisión y el peso que eso implica.
El problema es que a la larga como la brecha que se produce entre uno y otro es tan larga uno de los dos suele cansarse. O porque el que está arriba se satura de tener tanto peso y control sobre todo o porque el que está debajo se da cuenta que al no decidir nada desde hace años ya no sabe quién es ni que quiere, se perdió.
Por uno o por otro, una pareja asimétrica puede entrar en crisis y a partir de esto tener que revisar el contrato de la relación, tener que modificar cláusulas del contrato. Una pareja en crisis no es otra cosa que una pareja revisando su contrato.

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