Piscina madrileña tras su apertura

Aunque el baño es la mejor forma de refrescarnos, debemos prestar atención a la exposición al sol

Ola de calor

Los más pequeños, muy vulnerables a los golpes de calor: consejos para protegerlos

La forma más eficaz de proteger a los niños de las consecuencias de un golpe de calor es la prevención

Aunque la ola de calor que ha sufrido gran parte de la Península parece que da un respiro, no hay que olvidar a los que son más vulnerables a las altas temperaturas propias del verano.
«Los más pequeños son especialmente vulnerables a estos episodios debido a su menor reserva de agua y su capacidad de sudoración, lo que favorece un mayor aumento de la temperatura corporal», nos dice la doctora Paula García Romero, de la clínica Montepediatras.
La pediatra recuerda que «hay que prestar atención a la piel, que puede estar muy caliente o seca», y sobre todo «a la aparición de síntomas como fiebre, vómitos, mareo o dolor de cabeza». En el caso de los bebés, debemos prestar especial cuidado si aparecen «irritabilidad, taquicardia, respiración superficial, fatiga, debilidad y calambres».
La pediatra añade que, en estos casos, la forma más eficaz de proteger a los niños de las consecuencias de un golpe de calor es la prevención.

CONSEJOS PARA PROTEGER A LOS NIÑOS ANTE EL CALOR

  • Hidratación: El verano es tiempo de juegos y diversión y no se acuerdan de beber hasta que sienten sed, que es una señal de que se ha iniciado la deshidratación. Hay que invitarles a beber constantemente, sobre todo si van a realizar actividad física
    prolongada.
  • Lactancia materna: Si tienes un bebé alimentado a pecho puedes haber observado que, durante estos días de más calor, hace tomas más cortas y frecuentes, esto es porque el comienzo de la toma contiene más porcentaje de agua y el lactante está
    buscando saciar su sed. Se deben ofrecer tomas frecuentes.
  • Comidas ligeras: Dales alimentos ligeros y aumenta la ingesta de frutas y verduras frescas, que ayudan a reponer líquidos y sales minerales.
  • Cuidado con demasiada actividad: Los niños rebosan energía, pero en las horas centrales del día hay que proponer juegos más tranquilos y limitar el ejercicio físico.
  • Ropa: Que usen prendas transpirables, ligeras, holgadas y de tonos claros.
  • Proteger la cabeza: Siempre que vayan a estar expuestos al sol, deben llevar gorro, preferiblemente ligero y de tejidos transpirables. Puedes implicarles en la elección para favorecer el uso de esta prenda.
  • Evitar el sol: Favorece que los niños permanezcan a la sombra o en estancias frescas, con aire acondicionado o ventiladores.
  • A remojo: Anímalos a que se bañen a menudo o mójalos frecuentemente.
  • Nunca: No debes dejar a los niños solos en el coche, aunque estén las ventanillas bajadas; bastan 10 minutos a una temperatura ambiente de 25° para que un niño sufra
    un golpe de calor.
  • Protección: Ponles filtro solar (filtro físico a los más pequeños) siempre que vayan a estar expuestos al sol. Además, las exposiciones deben ser cortas y deben alternarse con tiempos de descanso a la sombra.
Por último, y en el caso de alguna sospecha, aunque sea mínima, de un posible golpe de calor ocasionado por las altas temperaturas, se debe acudir a consultar con un médico lo antes posible.
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