Imagen de un fármaco
Medicamentos
Alertan del riesgo de convulsiones al combinar antidepresivos con un analgésico habitual
El tramadol puede aumentar el riesgo de efectos secundarios graves, incluidas enfermedades cardíacas
Una reciente investigación desarrollada por la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, ha advertido sobre un riesgo elevado de convulsiones en personas mayores que residen en residencias de ancianos cuando se les prescribe de manera simultánea tramadol, un analgésico opioide, junto con determinados antidepresivos. El trabajo, publicado en la revista Neurology –órgano oficial de la Academia Americana de Neurología–, ha detectado una asociación entre la combinación de ambos fármacos y una mayor incidencia de convulsiones, aunque aclara que el estudio no establece una relación causal directa.
El tramadol, empleado habitualmente para aliviar dolores de intensidad moderada a severa en adultos, puede presentar complicaciones si se administra junto a inhibidores de la enzima CYP2D6, un grupo de antidepresivos que interfieren en su metabolismo. Cuando esta enzima es bloqueada, el fármaco no se descompone adecuadamente en el organismo, lo que provoca su acumulación y podría desencadenar efectos adversos, entre ellos, las convulsiones. Entre los antidepresivos que actúan como inhibidores de la CYP2D6 destacan la fluoxetina, la paroxetina y el bupropión.
«Encontramos un aumento modesto pero medible en el riesgo de convulsiones al tomar tramadol junto con antidepresivos que inhiben la enzima CYP2D6», explicó la doctora Yu-Jung Jenny Wei, autora principal del estudio. «Este riesgo se mantuvo independientemente de si se inició primero el tratamiento con antidepresivos o tramadol».
El equipo investigador examinó una década de registros del programa Medicare, analizando los datos clínicos de 70.156 personas mayores de 65 años que vivían en centros geriátricos y habían recibido tratamiento con tramadol y un antidepresivo. Los participantes fueron clasificados en dos grupos, dependiendo del orden en que se les recetaron los medicamentos: 11.162 comenzaron con tramadol y luego añadieron un antidepresivo, mientras que 58.994 hicieron el proceso inverso.
Las tasas de convulsiones fueron de 16 por cada 100 personas-año en quienes iniciaron con tramadol, y de 20 por cada 100 personas-año en aquellos que comenzaron con el antidepresivo. Esto implica que, de cada 100 personas tratadas con ambos fármacos durante un año, entre 16 y 20 desarrollaron una convulsión diagnosticada clínicamente.
Posteriormente, se compararon las tasas entre quienes combinaron tramadol con inhibidores de la CYP2D6 frente a los que lo hicieron con otros antidepresivos. En los que tomaron primero tramadol, la tasa ascendió a 18 convulsiones por 100 personas-año con inhibidores de la CYP2D6, frente a 16 con otros antidepresivos. En el grupo que empezó con el antidepresivo, las cifras fueron de 22 convulsiones por cada 100 personas-año para los inhibidores, y de 20 para los que no lo eran.
Quienes tomaron tramadol, el riesgo de convulsiones se incrementaba en un 9 % si se asociaba con un inhibidor de la CYP2D6
Los autores del estudio realizaron ajustes estadísticos para eliminar posibles sesgos provocados por diferencias en niveles de dolor, estado depresivo, funcionalidad física o deterioro cognitivo. Una vez considerados estos factores, se constató que, entre quienes comenzaron con tramadol, el riesgo de convulsiones se incrementaba en un 9 % si se asociaba con un inhibidor de la CYP2D6, en comparación con otros antidepresivos. En el otro grupo, el aumento de riesgo fue del 6 %.
Para confirmar si esta interacción era exclusiva del tramadol, los investigadores repitieron el análisis utilizando hidrocodona, otro opioide con menor relación con las convulsiones. En este caso, no se detectó un incremento significativo del riesgo al combinarlo con inhibidores de la CYP2D6.
«Estos hallazgos subrayan la necesidad de prescribir con cuidado, especialmente en adultos mayores con afecciones complejas», advirtió la doctora Wei. «Los médicos deben ser conscientes de los posibles riesgos de convulsiones al recetar tramadol con antidepresivos, en particular con inhibidores del CYP2D6. Dada la frecuencia con la que ambos se recetan a adultos mayores, estas interacciones podrían ser más importantes de lo que se creía».
Una limitación señalada por el estudio es que se basó en registros de prescripción, lo que impide verificar si los pacientes consumieron realmente los medicamentos conforme a las indicaciones médicas.