El ex primer ministro David Cameron dimitió en 2016 tras el triunfo del Brexit

El ex primer ministro David Cameron dimitió en 2016 tras el triunfo del BrexitJustin Tallis / AFP

Qué es la terapia focal, el tratamiento de David Cameron contra el cáncer de próstata

El ex primer ministro británico David Cameron ha revelado en una entrevista en The Times que padece cáncer de próstata desde hace un año. Lord Cameron, que ocupó el cargo entre 2010 y 2016, atribuyó a su esposa, Samantha, el haberlo animado a someterse a una revisión médica en 2024, durante la cual le realizaron una prueba de antígeno prostático específico (PSA), una resonancia magnética y, posteriormente, una biopsia que confirmó el diagnóstico.

Al igual que Cameron, en España se diagnostican al año más de 25.000 nuevos casos de cáncer de próstata, cuya incidencia ha aumentado paulatinamente en los últimos años. Hasta ahora, la vigilancia activa –seguimiento periódico basado en la medición del antígeno prostático específico (PSA), tacto rectal, resonancia magnética y biopsias prostáticas– era la primera opción para tumores de bajo riesgo y una alternativa válida en casos seleccionados de riesgo intermedio. La prostatectomía es la opción quirúrgica radical, pero puede impactar en la calidad de vida del paciente al aumentar el riesgo de incontinencia y disfunción eréctil. Una de las últimas novedades para tratar el cáncer de próstata es la terapia focal, una técnica centrada solo en el foco del tumor en lugar de en toda la próstata que se realiza de forma ambulatoria y sin anestesia general que busca controlar la enfermedad sin impactar la calidad de vida del paciente.

Terapia focal

Dicho tratamiento fue el elegido por el político británico como opción mínimamente invasiva que además permite preservar la función sexual y urinaria. Esta estrategia terapéutica, basada en el uso de diversas fuentes de energía, es especialmente adecuada para hombres jóvenes con una vida sexual activa, pacientes de edad avanzada y aquellos que han recibido radioterapia y presentan una recurrencia tumoral.

El Dr. Rafael Sánchez-Salas, especialista internacional en ablación prostática y tratamiento focal del cáncer de próstata explicó en una entrevista a El Debate que la terapia focal consiste en determinar la presencia de una lesión índice dentro de la próstata determinada con la resonancia magnética. «A partir de esta información se va a realizar una biopsia que está enfocada en la evaluación de la lesión índice, más una evaluación sistemática de la próstata, que va a poder determinar y hacer la estadificación adecuada del paciente, y ver si, efectivamente, tiene una indicación de terapia focal».

Una vez que esta indicación está establecida, el paciente se somete a la terapia focal que puede hacerse con hipertermia, con hipotermia, bajas temperaturas o con electricidad, siendo estas opciones el HIFU, la crioterapia o la electroporación irreversible, respectivamente.

Y lo que se logra con esto es controlar la enfermedad: «Se va a hacer un tratamiento de la lesión índice con un margen de seguridad que, normalmente, es alrededor de entre 7 a 9 milímetros el margen de seguridad. Esto permite que el paciente controle su enfermedad, evite el impacto funcional en términos de incontinencia y de potencia, y el seguimiento nos permitirá saber si el paciente necesita o no nuevos tratamientos y si es el caso, la puerta está abierta a realizar un nuevo tratamiento, bien sea con terapia focal o con terapias más radicales», explica el médico.

El especialista internacional en ablación prostática y tratamiento focal del cáncer de próstata recientemente incorporado al equipo ICUA, sostiene que un paciente que no tiene síntomas urinarios y que no tiene disfunción sexual previa a la intervención, «va a tener una mejor respuesta que no es el caso con los pacientes que tienen una condición diferente. Los datos serían de 3 a 6 meses tras la intervención, con un efecto más importante en los primeros 3 meses, pero que tiende a disiparse hacia los 6 meses por intervención. Todo, dependiendo de la línea de base».

Dicho esto, es muy importante destacar que los pacientes permanecen con una sonda después de la intervención, que persigue evitar complicaciones, como una eventual retención urinaria porque estamos aplicando un calor a nivel de la próstata que va a producir esta inflamación. Y la inflamación puede ocasionar una situación de bloqueo urinario. Para evitar eso, se utiliza esta sonda con la que el paciente va a casa, y medicamentos, como alfabloqueantes, que va a utilizar en los primeros 3 meses para disipar estos síntomas que, como ya le he comentado, una vez pasados 3 meses, son bastante leves.

Respecto a los riesgo o posibles efectos secundarios asociados a esta terapia focal, el Dr. Rafael Sánchez-Salas explica que «en la terapia quirúrgica, como en cualquier otra intervención, existen los riesgos inherentes al hecho de estar en quirófano, pero yo no puedo decir que es una intervención inocua» y añade: «Sin duda, la carga o el impacto fisiológico que tiene sobre el organismo es inferior a aquel que pudiese tener con una terapia más radical».

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