El Incendio ha quemado cerca de 9.500 hectáreas y forzado al desalojo de más de un millar de personas
Los «vientos erráticos» complican la extinción del incendio de la Vall d’Ebo (Alicante)
La superficie arrasada por las llamas es de 12.500 hectáreas y once municipios han sido desalojados
El incendio de la Vall d’Ebo (Alicante) continúa sin poder ser estabilizado. Tal como ha explicado la consejera de Justicia e Interior de la Generalitat Valenciana, Gabriela Bravo, se mantienen «dos focos muy activos», uno en la parte este, que afecta al municipio de Pego y el otro en el oeste, en la zona de Tollos.
Las cifras de daños causados por las llamas no dejan de crecer. Si este lunes el perímetro afectado era de cincuenta kilómetros, un día después es de 65. En cuanto a superficie quemada, el fuego ha arrasado 12.500 hectáreas, siendo el incendio más importante de la década en la Comunidad Valenciana.
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Asimismo, un total de 1.500 vecinos se han visto obligados a ser desalojados de sus domicilios. Con la última evacuación llevada a cabo por la Guardia Civil en el municipio de Benimassot, son ya once las localidades desalojadas por la cercanía y avance de las llamas.
A ello está contribuyendo de manera muy significativa el viento que, con un comportamiento «errático y en direcciones opuestas», está complicando mucho los trabajos de los equipos de extinción, según ha explicado el Consorcio de Bomberos de Alicante. Además, los efectivos en la zona están haciendo frente a los llamados pirocúmulos, masas de aire cálidas producidas por la combustión. Formadas por agua y ceniza, generan una densa nube que impide la visibilidad.
Humedad favorable
En la Vall d’Ebo están luchando por extinguir el incendio, según ha explicado Bravo, «más de trescientos profesionales, tanto terrestres como aéreos». Respecto a estos últimos, la consejera ha detallado que son 24 unidades y ha destacado la «ayuda del Estado y de otras comunidades como Aragón, Castilla-La Mancha o Murcia».
A pesar de que las llamas siguen avanzando sin control, Bravo se ha aferrado a que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha anunciado una previsión «favorable» y que, por «primera vez desde que se originó el incendio», la noche ha transcurrido con un nivel de humedad «muy importante» que ayuda a «refrescar la zona y evita que se reproduzcan nuevos focos». Sin embargo, también ha advertido de que al abarcar el incendio un perímetro tan amplio, el comportamiento del fuego «no será el mismo en todas las zonas».
Respecto al incendio en la castellonense Bejís, que lleva quemadas 800 hectáreas, Bravo ha informado de que hay 230 personas trabajando en él entre efectivos de la Generalitat, del Consorcio de Bomberos de Castellón e incluso la Unidad Militar de Emergencia.
Pasadas las 15.00 horas han tenido que desalojar a los vecinos por la proximidad y peligrosidad del fuego. «Están trabajando día y noche para intentar apagar el incendio», ha asegurado la consejera.
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