El instituto de Massachusetts con todas sus luces encendidas
Un instituto lleva más de un año con las luces encendidas al no poder apagarlas
La empresa que instaló el sistema inteligente con más de 7.000 bombillas no sabe cómo arreglar el error
Debido a la guerra en Ucrania y para intentar descender esa dependencia de la energía rusa, todo el mundo hace esfuerzos para disminuir su gasto energético, también en parte debido a los altos precios que alcanzan las facturas de electricidad.
Sin embargo, hay un instituto situado en la ciudad de Minnechaug, en Massachusetts (Estados Unidos) que da la nota discordante y lleva más de un año con las luces encendidas al no saber cómo apagarlas.
El responsable de esta situación es el software que impulsa el sistema de bombillas inteligentes. Estaba pensado para facilitar el trabajo a la vez que se ahorra energía y gastos, y es que estas bombillas gestionan la iluminación en función a la luz ambiental.
Sin embargo, un error en el mismo hizo que tal y como está diseñado no haya manera alguna de apagarlo y las más de 7.000 bombillas inteligentes lleven más de un año funcionando ininterrumpidamente.
Al querer arreglar el error, los responsables del colegio no encontraban a los dueños de la compañía que instaló el software, y es que esta había cambiado de manos varias veces. Al dar con ellos, la empresa les comunicó que ya no había nadie en ella que tuviera conocimientos sobre ese sistema.
Al encontrar a un experto, otro inconveniente se añadió a la lista: necesitaban piezas y bombillas que no llegaban a causa de la crisis de suministros por la covid en China. Un año y varios meses después, las piezas aún no han llegado y, por tanto, su problema persiste.
Esto ha llevado a la desesperación del instituto, que ha querido exponer su caso ante los medios de comunicación estadounidenses. Tras más de un año con todas sus luces encendidas, el gasto de energía y dinero es desorbitado, además de haberse ganado la enemistad de los vecinos que viven en las cercanías del centro educativo. Una prueba de que, en ocasiones, es difícil lidiar con los dispositivos inteligentes.
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