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18 de mayo de 2024

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Alfileres en el interior de unas salchichasGuardia Civil

Se extiende la práctica de colocar comida con alfileres en diferentes ciudades para dañar a los perros

Las autoridades advierten de que este hecho está tipificado como delito en el Código Penal y recomienda a los dueños que vigilen a sus mascotas

Lamentablemente, es habitual ver cada cierto tiempo mensajes por redes sociales que alertan de la presencia de salchichas u otros alimentos con alfileres en su interior. Una práctica que algunos llevan a cabo con el fin de que los perros lo ingieran y les produzca daños internos, que en muchos casos pueden llegar a ser mortales.
El caso más reciente se lo han encontrado los vecinos del barrio madrileño de Simancas, en el distrito de San Blas-Canillejas. Pero es algo que se lleva extendiendo desde hace años por todos los rincones de España: Burgos, Gijón, Jaén, Orense, Valladolid... y así hasta completar la práctica totalidad de la geografía.
Desde la Unidad de Medio Ambiente de la Policía Municipal de Madrid aseguran que estos hábitos son recurrentes en los distintos distritos y barrios de Madrid. Esto hace que los dueños de perros se pongan en alerta y no puedan dejarlos sueltos ni siquiera en parques destinados a ello. Muchos han podido evitar una desgracia por haber estado pendientes y llegar a tiempo para sacar de la boca de los animales los alimentos con alfileres.
Las salchichas son las más utilizadas para este macabro acto, pero también trozos de carne, chorizo y otro tipo de embutidos. La ingesta de estos alimentos puede llegar a provocar perforaciones intestinales a los animales que deriven en una hemorragia interna y un posible desangramiento que termine causando el fallecimiento del animal.
Las autoridades advierten a los dueños del peligro existente y recuerdan a quienes depositen estos alimentos con alfileres que está tipificado como delito contra la protección de la flora, fauna y animales domésticos, recogido en el artículo 337 del Código Penal. Las penas pueden llegar a ser de entre tres y dieciocho meses de prisión en función de las circunstancias.

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