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19 de abril de 2024

Los cuatro ases de la baraja española

Los cuatro ases de la baraja españolaPixabay

¿Por qué la baraja española tiene cuatro palos?

A pesar de que los juegos de naipes provienen de China, en Europa se importaron hacia la Edad Media

Son un elemento esencial en una reunión de amigos o familia que, además, es utilizado por grupos de todas las edades. Las cartas nos acompañan desde hace siglos para contribuir a nuestro entretenimiento, pero en España utilizamos una baraja diferente a la que se suele utilizar en el resto del mundo –los naipes franceses–. No obstante, entre las variantes también encontramos las barajas inglesa (muy parecida a la francesa), alemana e italiana (con cierta similitud a la nuestra).
La española está formada por 48 naipes, aunque la mayoría de los juegos utiliza su versión reducida, con 40 cartas –eliminando los ochos y los nueves–. De igual manera, está dividida en cuatro palos: oros, espadas, copas y bastos, que se identifican con dibujos que representan cada uno de esos objetos.
A pesar de que los juegos de naipes provienen de China, en Europa se importaron hacia la Edad Media. Una de las principales empresas productoras de cartas en España, Naipes Heraclio Fournier, asegura a El Debate que la baraja más antigua de España data del año 1390 y fue localizada en Sevilla: «Esta baraja, de hace más de 600 años ya utilizaba la simbología que se usa actualmente, con oros, copas, espadas y bastos».
Pero, ¿por qué se representan las cuatro familias con esos dibujos? La mayoría de los ciudadanos no saben que cada uno de los palos representa un estamento social de la Edad Media.
De esta forma, lo oros simbolizan el dinero y los comerciantes. Las copas, por su parte, se corresponden con el clero. Las espadas se relacionan con la nobleza y los militares. Por último, los bastos hacen referencia a los campesinos y los siervos.
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El diseño de la baraja data de 1539, tal y como se deduce en Los Diálogos de Luis Vives, aunque en aquel momento las figuras eran caballero, reina y rey, es decir, la sota aún no existía.
Otras curiosidades de estas cartas son, por ejemplo, que es la única baraja que no tiene reina, ya que las figuras representan a una sota, un caballo y un rey. Sobre la figura de la sota, mucha gente piensa que es una figura femenina, pero no es así. Representa a un paje o criado y es masculina.
También llama la atención que los caballos de bastos y espadas miran hacia la derecha, mientras que los de copas y oros lo hacen hacia la izquierda. El ámbito de uso de estas cartas es, principalmente, España, Hispanoamérica, Guinea Ecuatorial y Filipinas.

Pervivencia en España

Cabe destacar que, pese a la hegemonía mundial que ha cosechado la baraja francesa (debido al auge de juegos como el póker, que han crecido en los últimos años), la española sigue muy presente dentro de nuestro territorio. Esto se debe, según explican desde Fournier a este periódico, a que esta «pasó muy rápido a formar parte de la cultura y la tradición de este país y sigue pasando de generación en generación. Desde muy pequeños empezamos a jugar y a divertirnos con ella, en momentos en familia o con amigos. En definitiva, es un producto que asociamos con momentos agradables y con disfrutar en compañía».
Además, razona que es un modo de entretenimiento «sencillo y versátil, ya que ofrece una enorme variedad de posibilidades; desde juegos sencillos para niños y niñas pequeños (a lo cual también se le suma que aporta un componente educativo importante), hasta juegos más complejos y dinámicos para personas de más edad. Esto, sin olvidar que existen varios estudios que corroboran cómo los juegos de cartas ayudan a disminuir el deterioro cognitivo en personas de edades avanzadas».
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