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04 de mayo de 2024

Familiares de los fallecidos en el incendio

Familiares de los fallecidos en el incendioEFE

El cumpleaños que terminó en tragedia: «Los que estaban abajo lograron salir, los de arriba, no»

Familiares y amigos de los fallecidos hacen repaso de lo ocurrido y muestran a los periodistas testimonios desgarradores

El incendio de tres salas de ocio nocturno en Murcia este domingo es ya el peor suceso de este tipo desde el de la discoteca Flying en Zaragoza en 1990. Una tragedia que ha conmovido al país y que ha dejado 13 fallecidos y 24 heridos. Las causas del fuego aún se desconocen, pero las primeras hipótesis apuntan a un cortocircuito provocado por un foco del establecimiento La Fonda.
Pero detrás de la cifra se esconden 13 casos de 13 personas que salieron un sábado por la noche a disfrutar, desconectar y pasarlo bien y a las seis de la mañana, hora habitual de cierre de los locales, todo se torció y su vida se apagó.
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incendioKINDELÁN

Es el caso del grupo de nicaragüenses que estaban celebrando el 30º cumpleaños de Eric Hernández. El joven organizó una cena con sus seres queridos y luego buena parte del grupo se trasladó a la discoteca La Fonda. Entre siete y ocho familiares y amigos del cumpleañero –entre los que estaba su madre y su hermano– han fallecido en el incendio.
Uno de los invitados, Walter, consiguió salvarse porque bajó desde la planta de arriba para pedirse una copa: «Comenzó a verse el fuego por los conductos del aire y de pronto se fue la luz. Empezó el humo y la gente gritaba para salir. Ya no les vi más», comentaba este domingo a los medios de comunicación. «Bajé a la barra a pedirme una copa sin saber que mis amigos y familiares se iban a quedar atrapados y no iban a poder salir», añadió el joven.
Otro de los invitados, su primo Alan Antonio, relataba a los periodistas congregados en las inmediaciones de las discotecas que cuando quiso llegar al lugar «el fuego cubría ya todo el techo y la fachada de la discoteca. Dicen que estaba lleno. La gente que estaba abajo sí lograron salir, los que estaban arriba, no».
Asimismo, un padre ha relatado a los medios de comunicación allí congregados cómo su hija le envió un audio, que ha reproducido para los periodistas, a su madre en el que se escuchan gritos: «Mami, me ahogo, me voy a morir». Tras el envío de este mensaje, el móvil de la joven dejó de funcionar y nada se sabe de ella hasta el momento.

Angustia en el Palacio de los Deportes

La Atalaya es una zona que hace algunas décadas era conocida por albergar numerosos concesionarios de coches, pero desde hace unos años es lugar de celebración de despedidas de soltero, graduaciones o cumpleaños, como el que tenía lugar la madrugada del domingo en la sala Fonda Milagros, donde se han contabilizado, en principio, todas las víctimas mortales.
Más de una decena de discotecas, boleras, locales de comida rápida y clubes nocturnos comparten área con edificios de oficinas y dos hoteles en una parte de Murcia que este domingo ha amanecido cortada al tráfico por el importante despliegue de ambulancias, servicios de bomberos y patrullas de las policías local y nacional movilizados en todo el perímetro.
El ayuntamiento de Murcia habilitó el cercano Palacio de los Deportes para prestar asistencia psicológica a las familias de las víctimas. Allí han sido arropados por psicólogos y técnicos movilizados por el consistorio y otras instituciones, y han atendido pacientes, tras facilitar los datos y algún rasgo identificativo de hijos o amigos que no habían amanecido en casa, a numerosos periodistas y algunos otros profesionales desplegados en la zona, como un abogado experto en grandes incendios, según ha dicho a Efe, que se ha ofrecido a los afectados con papel y bolígrafo en mano, pero sin querer facilitar su nombre.
En ese palacio se han escuchado lloros, gritos y lamentos que venían acompañados de la preocupación propia de quien no sabe si su hijo, novio o amigo se encuentra entre la lista de fallecidos. «Mi Sergio... Mi Sergio...», lamentaba una mujer con un llanto desgarrador, según relatan los compañeros de La Opinión de Murcia.
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