
Banco de salmones
La huida de 27.000 salmones en Noruega, una cuestión de Estado: ofrecen más de un millón de euros por encontrarlos
El incidente ocurrió en la piscifactoría Storvika V, al norte del país
Un inesperado desastre ecológico ha golpeado las costas noruegas luego de que una fuerte tormenta dañara las instalaciones de una piscifactoría, provocando la fuga de aproximadamente 27.000 salmones. La empresa responsable, Mowi, ha anunciado una recompensa económica para quienes ayuden a recuperar los peces.
El incidente ocurrió en la piscifactoría Storvika V, al norte del país, según recoge The Guardian. Durante la tormenta, los fuertes vientos y el oleaje causaron daños estructurales en las jaulas donde se encontraban los salmones, lo que permitió que una cuarta parte de los 105.000 ejemplares de la instalación escaparan al mar.
Las autoridades noruegas han calificado la fuga como un problema ambiental grave, ya que la presencia de salmones de piscifactoría en aguas abiertas puede afectar a las poblaciones silvestres mediante la hibridación y la transmisión de enfermedades.
1.242.000 euros de recompensa
Para mitigar las consecuencias del escape, Mowi ha lanzado una campaña de recuperación ofreciendo 500 coronas noruegas (aproximadamente 46 euros) por cada salmón capturado. Si se recuperaran todos los peces, la compañía podría llegar a desembolsar hasta los 1.242.000 euros de euros en recompensas.
«Normalmente, a los piscicultores solo se les permite realizar operaciones de recaptura dentro de una zona de 500 metros alrededor de las instalaciones en caso de que se produzca una fuga. Sin embargo, en función de la posible magnitud de este incidente, se ordenó a Mowi que ampliara los esfuerzos de recaptura más allá de esta zona», ha explicado Vegard Oen Hatten, portavoz de la Dirección de Pesca de Noruega.
Los expertos advierten que la fuga de salmones criados en cautiverio puede tener graves consecuencias ecológicas. Al mezclarse con las poblaciones silvestres, pueden alterar su diversidad genética y disminuir la capacidad de adaptación de las crías. Además, los salmones de piscifactoría pueden portar parásitos como los piojos de mar, que suponen un riesgo adicional para la fauna marina.