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Un grupo de médicos con batas blancas se manifiestanEuropa Press

Los médicos adelantan al 3 de octubre la huelga nacional por un Estatuto Marco propio

Han definido un plan de movilización que contempla diversas medidas de presión, e invitan a la totalidad del colectivo médico a sumarse a las iniciativas

La Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA) han decidido anticipar al 3 de octubre la huelga nacional inicialmente prevista para el día 10 del mismo mes. Esta medida busca expresar su oposición al borrador del Estatuto Marco que el Ministerio de Sanidad presentó recientemente y defender la redacción de un texto legislativo específico que responda a las particularidades del colectivo médico.

Ambas organizaciones anunciaron su decisión tras conocer la última versión del documento elaborada por Sanidad y compartida el pasado viernes con los sindicatos del Ámbito de Negociación y con el Comité de Huelga de CESM y SMA. Si bien los sindicatos valoran que se han eliminado algunos puntos «inaceptables» del borrador anterior y se han incorporado mejoras, consideran que estas son «muy limitadas» y meramente «cosméticas», por lo que no abordan de forma efectiva las condiciones de precariedad y discriminación que, según afirman, siguen padeciendo los facultativos.

En consecuencia, han definido un plan de movilización que contempla diversas medidas de presión, e invitan a la totalidad del colectivo médico a sumarse a las iniciativas con el objetivo de rechazar de manera contundente el anteproyecto de Estatuto Marco. En ese marco, el adelanto de la convocatoria de huelga responde al propósito de incrementar la participación y dar una respuesta más inmediata. Además, no descartan ampliar los paros a otras fechas o incluso convertirlos en indefinidos.

Junto a la huelga, CESM y SMA planean convocar una manifestación en Madrid que podría coincidir con el primer día de movilización, si bien la fecha concreta aún no ha sido fijada. Paralelamente, las agrupaciones autonómicas integradas en ambas organizaciones prevén realizar protestas adaptadas a la realidad de cada comunidad, ya sea mediante concentraciones, manifestaciones u otras fórmulas.

En otro frente de actuación, CESM y SMA han anunciado su intención de presentar al Ministerio de Sanidad una propuesta formal de Estatuto Propio del Facultativo cuando el anteproyecto entre en fase de consulta pública. Este documento alternativo recogerá las especificidades de la profesión médica y aspirará a establecer una equiparación en derechos laborales con respecto al resto de profesionales del Sistema Nacional de Salud (SNS).

Dicha propuesta también será remitida a los consejeros autonómicos de Sanidad, al Consejo Interterritorial del SNS y a los distintos grupos parlamentarios del Congreso. En este sentido, los sindicatos solicitarán mantener nuevas reuniones con representantes políticos para exponer su planteamiento antes de que estos evalúen el texto del Ministerio. Asimismo, tienen previsto solicitar un encuentro con la Comisión de Sanidad del Parlamento Europeo –a través de la Federación Europea de Médicos Asalariados (FEMS)– con el fin de evidenciar posibles incompatibilidades entre el borrador español y la legislación europea en materias como salud laboral, conciliación o desconexión digital.

Los equipos jurídicos de CESM y SMA ya han comenzado el análisis detallado del borrador ministerial con el objetivo de identificar y denunciar aquellas disposiciones que, a su juicio, menoscaben los derechos de los médicos o infrinjan normativas españolas o comunitarias. Además, intensificarán su presencia en medios de comunicación, redes sociales y asociaciones de pacientes para divulgar lo que consideran la «realidad» del ejercicio médico en el SNS.

En cuanto a los cambios concretos del nuevo borrador, los sindicatos reconocen algunos avances, como la supresión de la exigencia de exclusividad para los facultativos con menos de cinco años de experiencia o la equiparación salarial entre las guardias y la jornada ordinaria. También mencionan mejoras en la limitación de jornadas superiores a 17 horas continuadas, el reconocimiento de horas de formación o gestión como parte de la jornada efectiva y restricciones a la obligación de devolver descansos tras guardias.

Sin embargo, subrayan que estas modificaciones resultan «insuficientes» y que otras suponen un «retroceso», al tiempo que se mantienen ambigüedades que afectan negativamente al colectivo. Uno de los aspectos más críticos, según CESM y SMA, es la propuesta de clasificación profesional que consideran alejada del reconocimiento debido a la formación específica de los facultativos.

En materia de jornada laboral, recalcan que persiste el modelo de jornada ordinaria más complementaria (guardias), sin que se reconozca el exceso horario como causa de sobrecarga sujeta a voluntariedad ni se garantice un verdadero descanso o conciliación. Según denuncian, tampoco existen compensaciones adecuadas por estas cargas laborales.