Fundado en 1910
Matrimonio dándose la mano

Matrimonio dándose la manoFreepick

Así fueron los últimos días de un paciente de cáncer al rechazar la eutanasia: «No quería dejarnos»

El director editorial de la Sociedad para la Protección de los Niños No Nacidos ha señalado que, si se legaliza esta forma de matar, miles de personas vulnerables serían enviadas a tumbas prematuras

En medio de un gran debate en Reino Unido sobre la eutanasia, Nadine Dorries, exsecretaria de Estado de Cultura, Medios de Comunicación y Deporte, ha contado cómo su marido –que falleció por un cáncer de intestino– pasó de querer viajar a Suiza para acudir a Dignitas –una asociación que ayuda a morir– a desear no haber rechazado la quimioterapia que le ofrecieron los médicos, porque quizá le hubiera alargado un poco más la vida.

La historia, relatada por la política conservadora al Daily Mail, comienza en 2019, cuando los facultativos que trataban a su marido le aseguraron que le quedaban cuatro meses de vida. Al conocer el diagnóstico fatal, el paciente decidió informarse sobre centro en Suiza para recibir la eutanasia. Sin embargo, tras mucha reflexión y valorar lo que tenía a su alrededor, decidió pedir cuidados paliativos y morir en casa, rodeado de su familia, con bromas, cariño y mucha atención.

En este sentido, Dorries ha asegurado que «a pesar de sus miedos, sí disfrutó de sus últimos días». Según ella, las últimas palabras de Paul fueron que aquellos meses habían sido «los mejores de su vida, por lo que no quería dejarnos».

La muerte de su marido y la situación que vivió la británica hizo que su oposición a la eutanasia se viese reforzada. Por ello, ha declarado que es «incorrecto» y que no debería legalizarse en Reino Unido, un país que, según ella, cada vez apuesta más por una «cultura de la muerte». Ha añadido que, pese a los temores comprensibles sobre una «mala muerte», «no hay necesidad de que nadie tenga una mala muerte o muera con dolor».

Asimismo, la exsecretaria ha afirmado que aprobar esta controvertida práctica sería pedir «a los médicos que maten», lo que supondría «un cambio masivo con consecuencias inmensas». También ha dicho que teme que, con el tiempo, los requisitos para solicitar la inyección se flexibilicen y el Gobierno permita que personas con discapacidad, depresión o quienes se sientan una carga para sus seres queridos opten por morir, algo que, ha asegurado, ya sucede en Canadá o en los Países Bajos.

Tras el mensaje de Dorries, Daniel Frampton, director editorial de la Sociedad para la Protección de los Niños No Nacidos, ha recordado en un comunicado que es vital que la sociedad «no se deje llevar por el miedo» y prive a innumerables personas y familias del «valioso tiempo que les queda». En su opinión, la actuación de la política demostró que el temor a una «mala muerte» es erróneo.

Del mismo modo, Frampton ha denunciado la intención de aprobar la eutanasia en el Reino Unido y ha señalado que, si se legaliza esta forma de matar, «miles (si no millones) de personas vulnerables serían enviadas a tumbas prematuras». Por último, ha añadido, esto podría llevar a muchos pacientes a tomar «una decisión prematura en lugar de pasar tiempo con sus familiares».

comentarios
tracking

Compartir

Herramientas