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Sánchez mirando la hora en su reloj

Sánchez mirando la hora en su reloj

Los pros y contras del cambio de hora: desde el ahorro energético hasta los problemas de salud

A pesar de que estemos acostumbrados a cambiar de hora en primavera y otoño, esto no ha pasado siempre. La modificación horaria comenzó en 1974

Pedro Sánchez sigue con su cortina de humo para que la sociedad no hable de los escándalos de su familia y el Gobierno. Este lunes, a primera hora de la mañana, el jefe del Ejecutivo ha anunciado que propondrá en el Consejo Europeo acabar con el cambio de hora estacional, esgrimiendo que «ya no tiene sentido», que apenas ayuda a ahorrar energía y que incluso tiene «un impacto negativo» en la salud y en la vida de la gente.

Este debate ha surgido porque la próxima madrugada del 25 al 26 de octubre, todos los países miembros de la UE deberán atrasar una hora las agujas del reloj, es decir, a las tres de la mañana serán de nuevo las dos, por lo que se podrá dormir una hora más, pero anochecerá antes.

A pesar de que estemos acostumbrados a cambiar las agujas del reloj en primavera y otoño, esto no ha pasado siempre. La modificación horaria comenzó en 1974, pero no se sabe hasta cuando durarán, ya que en 2019 el Parlamento Europeo aprobó, con 410 votos a favor y 192 en contra, que cada Estado miembro decidiese un único huso horario.

En este sentido, los defensores del cambio de hora señalan que adelantar o atrasar los relojes permite aprovechar mejor la luz solar, lo que teóricamente reduce el consumo eléctrico y permite disfrutar de más tiempo al aire libre. También argumentan que beneficia al comercio y a la seguridad vial, al tener más horas de luz durante los picos de tráfico.

Asimismo, el físico de la Universidad de Sevilla, José María Martín Olalla, afirmó a Europa Press que el cambio de hora «tiene una lógica detrás», que es «alinear» el inicio de la actividad social, y que es uno de los mecanismos que «trata de adaptar la actividad humana a las variaciones de naturaleza y a la estación».

Sin embargo, varios estudios muestran que los efectos sobre la salud pueden ser significativos, al alterar el reloj biológico del cuerpo. Y es que, en los días inmediatamente posteriores al cambio horario, según ha destacado, es habitual tener insomnio, dolor de cabeza por la mañana, sensación de cansancio, irritabilidad y también influye en la productividad, que disminuye. También se puede experimentar cansancio y falta de concentración, y se ha observado un aumento temporal de accidentes laborales y cardiovasculares.

Ahorro energético

España, al igual que el resto de los países de la Unión Europea, tiene que cambiar la hora dos veces todos los años en cumplimiento de la Directiva Europea de Cambio de Hora 2000/84/CE, cuyo objetivo es ahorrar energía y aprovechar más las horas de luz solar en los meses de verano.

El físico de la Universidad de Sevilla ha admitido que es «un poco escéptico» respecto a la afirmación de que el cambio de hora supone un ahorro de energía. Aun así, reconoció que es una idea «bastante intuitiva», en el sentido de que, si no se cambiara la hora, esto supondría un «gasto energético» en invierno al entrar a trabajar cuando aún fuera de noche y un «desaprovechamiento» energético en primavera, cuando no utilizaran horas de luz diurna para hacer actividades.

Según el BOE, España mantendrá el horario de verano con sus correspondientes cambios hasta «mínimo 2026», por lo que aún no se sabe cuándo será el último cambio de hora. De este modo, hasta el último fin de semana del mes de octubre, cuando en la madrugada del sábado al domingo, se cambie al horario de invierno, España se sitúa en el huso horario UTC+2, aunque por su situación geográfica el huso horario que le corresponde es UTC+0 en invierno y UTC+1 en verano, al igual que Portugal.

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