Padres y estudiantes denuncian el caos de Mónica García en la convocatoria MIR 2026: «Es vergonzoso»

«En 40 años no se ha visto nada igual». Con estas palabras, Pablo (nombre ficticio), ha denunciado la situación que viven su hija y miles de médicos sin especialidad, afectados por el caos de Mónica García y su Ministerio. A poco más de un mes del MIR, que sería el 24 de enero, aún no tienen una fecha oficial. Esta demora en las listas provisionales desata la angustia entre los aspirantes, que viven uno de los momentos más duros e importantes de su vida.

Entre el 10 y el 15 de noviembre deberían haber estado publicadas las listas provisionales, pero siguen sin aparecer. Tampoco hay fecha de examen oficial. Este enorme vacío informativo está afectando a miles de jóvenes, familias y centros formativos, los cuales no saben cuál es el siguiente paso que deben dar.

Uno de los perjudicados son Pablo y su hija, una familia que ya se ha cansado de esperar. «A estas alturas no sabemos nada», informa Pablo a El Debate mientras denuncia que ha escrito correos y ha llamado al Ministerio de Sanidad, pero la respuesta es que «no poseen ningún tipo de información».

Tradicionalmente, el examen español se realiza entre finales de enero y principios de febrero. Si la convocatoria se retrasa, España podría convertirse en el país que más tarda en fijar una fecha para una prueba de acceso a la formación especializada médica. «Si el examen se va más allá del 24 de enero, será una catástrofe, no solo académica, sino organizativa», advierte Pablo.

Seis años de carrera y uno de preparación para el examen que marcará su futuro. Rebeca (nombre ficticio), asegura estar en la misma situación. «Esto es vergonzoso», señala a este medio, mientras revela que está muy mal planteado, puesto que en la época de Navidades la facultad va a estar cerrada y no se van a poder «solventar asuntos pendientes». Esto, asevera, le está generando «mucho estrés», porque la ministra no ha dado ningún tipo de explicación. «No sabemos a qué están esperando», resume Pablo, que también es sanitario.

Les tiene paralizados

Tras más de seis años estudiando, los alumnos de Medicina, ya médicos, desean poner el broche de oro a su carrera con un MIR que les permita acceder a la especialidad que llevan años ansiando. Para que esto sea posible, las academias organizan programas milimetrados y muy bien planteados. «Los chicos están agotados. No solo estudian, viven para esto», resume Pablo.

En los centros de preparación, la rutina estándar va de lunes a sábado, y muchos estudiantes comparten piso. Es el caso de la hija de Pablo, que, después de un año en Oviedo, y pensando en el 24 de enero, debe abandonar su casa el 31 de enero. Esta falta de certeza ha complicado todo. «Hay doctores que deben alquilar un hotel en Madrid, coger un avión o renovar el alquiler», subraya el sanitario. Esto, apostilla, requiere una organización económica de decenas de familias e incluso la planificación sanitaria de hospitales y centros docentes, por lo que es «una catástrofe para muchos», resume el padre de la médico.

Entre los afectados sorprende especialmente la falta de sensibilidad institucional, dado que la propia ministra de Sanidad es médico. Pablo afirma con cierta cautela que no quiere meterse «en charcos», pero «echa en falta empatía», ya que quien ha pasado por una especialidad «sabe lo duro que es». Asimismo, agrega que parece que Mónica García tiene «más tiempo para las redes sociales o la confrontación política» que para tratar «lo realmente importante».

Mientras todo esto ocurre, los estudiantes continúan repasando el temario y preguntándose cuándo sacará la ministra médico la fecha, que parece estar jugando con la incertidumbre de los que nos cuidarán en un futuro muy cercano.