El canciller alemán, Friedrich Merz
Alemania dará una pensión de 10 euros al mes a los niños para que ahorren para su jubilación
Con este plan, el Gobierno pretende impulsar una cultura de previsión desde la infancia mediante depósitos orientados al ahorro para la vejez
El Gobierno de Alemania ha dado luz verde este miércoles a un proyecto legislativo destinado a fortalecer el componente privado del sistema de pensiones, con medidas orientadas a garantizar una mayor estabilidad económica para las generaciones más jóvenes. La iniciativa contempla, entre otros aspectos, una ayuda estatal fija de 10 euros mensuales para menores de entre 6 y 18 años, con el propósito de facilitar la creación de un fondo de capitalización individual para la jubilación.
Esta propuesta, denominada «pensión de inicio temprano», forma parte de un conjunto más amplio de reformas en el sistema de pensiones privadas que ahora será remitido al Bundestag para su tramitación parlamentaria. A través de este plan, el Ejecutivo pretende impulsar una cultura de previsión desde la infancia, mediante depósitos personales orientados al ahorro para la vejez.
«Nuestra previsión de jubilación debe estar diseñada de manera justa entre generaciones. Esto incluye la pensión de inicio temprano y la previsión privada para la jubilación. Con nuestras decisiones sobre las pensiones, generamos la confianza de que podremos garantizar a largo plazo unos ingresos seguros en la vejez», manifestó el canciller alemán, Friedrich Merz.
El Ministerio de Finanzas detalló que los menores nacidos a partir de 2020 comenzarán a recibir esta subvención con efecto retroactivo desde el 1 de enero de 2026. Asimismo, se prevé que a partir de 2029 se sumen otros grupos de edad que hasta entonces no hayan sido incluidos.
La reforma introduce además un nuevo tipo de producto de previsión sin exigencia de garantía, lo cual –según el Gobierno– abre la puerta a mayores posibilidades de rentabilidad. No obstante, para quienes prefieran opciones más seguras, seguirán existiendo alternativas con garantía parcial o total del capital aportado, con porcentajes del 80 % o del 100 %.
En los casos en que los padres de los menores no hayan abierto un fondo individual, el Estado ofrecerá una solución de inversión colectiva. Esta previsión pretende evitar que la protección económica futura de los menores quede supeditada a las decisiones de sus progenitores. Si en un momento posterior se constituyese un fondo personal, el capital previamente acumulado en la opción colectiva podrá ser transferido al nuevo depósito.
Además, se establecerá un incentivo adicional para las familias: por cada euro que los padres aporten al fondo de sus hijos –hasta un máximo de 1.200 euros–, recibirán una ayuda estatal de 25 céntimos por euro, con un límite de 300 euros por menor.
El plan contempla también un bono único de 200 euros dirigido a los jóvenes que suscriban un contrato de previsión antes de los 25 años, como estímulo para fomentar la planificación financiera temprana entre quienes se incorporan al mercado laboral.
Si bien se mantendrá el sistema actual de beneficios fiscales –que exime las aportaciones durante la fase de acumulación y grava los beneficios en la etapa de cobro–, el cálculo de las subvenciones cambiará. A partir de ahora, se ajustará en función del importe ahorrado. Así, por cada euro aportado hasta los primeros 1.200, se otorgarán 30 céntimos (que aumentarán a 35 céntimos en 2029), mientras que para los siguientes 600 euros, se concederán 20 céntimos por euro. El tope anual de aportación subvencionable queda fijado en 1.800 euros.
El vicecanciller y ministro de Finanzas, Lars Klingbeil, subrayó que «con la pensión de inicio temprano damos a los jóvenes desde el principio un capital de partida para su previsión de jubilación». Añadió además: «Apoyamos a las familias para que puedan ahorrar de manera privada para sus hijos. Y fortalecemos la educación financiera, haciendo que incluso los niños y adolescentes se ocupen de cuestiones de previsión».
