La violenta erupción de un volcán submarino cerca de Tonga, en el Pacífico Sur, provocó un tsunami que golpeaba las costas de esta nación insular el pasado 15 de enero.
La variante ómicron, predominante ya en esas fechas en otros puntos del globo, apareció por primera vez en este país tras la erupción volcánica, con lo que el número de casos de COVID-19 subió el jueves a 64.
Los 31 nuevos contagios de las últimas 24 horas son una cifra récord para el país
El ministro de Salud, Saia Piukala, indicó que se detectaron 31 nuevos contagios en las últimas 24 horas, una cifra récord para el país insular, que no tenía un solo caso activo del virus cuando ocurrió la erupción el 15 de enero.
Brote infeccioso desconocido
Piukala dijo que las muestras enviadas a Australia confirmaron que la contagiosa variante ómicron es la que se está propagando en Tonga.
Se desconoce el origen del brote infeccioso del coronavirus en la isla. En la relación causa-efecto, hay quien ha pensado si la variante llegó junto al tsunami, aunque las sospechas recaen sobre los barcos que entregan ayuda de países como Australia, China, Francia, Japón y Nueva Zelanda, pese a las estrictas reglas sanitarias para el manejo de la carga.
El país de 100.000 habitantes permanece en confinamiento y solo los servicios esenciales operan, mientras comercios y escuelas se mantienen cerrados.
Las restricciones dificultan los esfuerzos de socorro, después de que el volcán Hunga Tonga-Hunga Ha'apai registrara una potente erupción que dejó tres muertos, generó enormes olas de tsunami y cubrió el archipiélago de ceniza tóxica.