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16 de mayo de 2024

Vista este jueves del embalse de Mediano (Huesca), que se encuentra al 13 % de su capacidad

Vista este jueves del embalse de Mediano (Huesca), que se encuentra al 13 % de su capacidadEFE/Javier Blasco

Meteorología

¿Cuántos días de lluvia son necesarios para salir de la sequía?

La recuperación de los embalses depende tanto de la intensidad como de la frecuencia de las precipitaciones

La situación de los embalses se encuentra en uno de sus peores momentos. Un año más, la fuerte sequía ha rebajado su capacidad a niveles críticos, lo que tiene especial impacto en las cuencas del interior de la Península por encima de otras menos perjudicadas como son las del norte de España (donde las precipitaciones son más abundantes) o de algunas zonas del Mediterráneo.
Por esta razón, y aunque en los últimos días ha caído agua en algunos puntos del país a causa de la borrasca ex-Danielle, la pregunta es inevitable: ¿cuántos días seguidos es necesario que llueva para salir de la sequía?
Según Meteored, «con una semana de lluvias» no basta para recuperar la buena salud de los embalses, «ni tampoco con dos». Serían necesarios, en cambio, «entre uno y dos meses de tiempo lluvioso para que los embalses volvieran a superar, al menos, el 50 % de sus reservas», señala un artículo publicado en 2019 por el meteorólogo Marc Redondo. «En una buena semana con lluvias regulares, pueden subir entre un 1 y un 2 %», una cifra que «puede llegar al 10 % si son cuantiosas y generalizadas».
Todo depende, por tanto, no solo de la intensidad de las precipitaciones, sino también de la asiduidad. Al mismo tiempo, su rendimiento también va en función de la zona en la que caigan. En suelos muy secos, por ejemplo, el agua quedará absorbida por la tierra; mientras que en las provincias situadas a orillas del Mediterráneo el agua no queda retenida en los embalses. Lo ideal, subrayan, sería que las lluvias fueran abundantes en las cabeceras de los ríos.
«Lo primero a tener en cuenta es que las primeras lluvias servirían para empapar el suelo, muy seco actualmente. Pasados unos días de precipitaciones, la escorrentía haría que el agua fuera hacia los embalses. Si la lluvia fuera torrencial, esto se aceleraría porque el suelo, al llover así, se vuelve en parte impermeable», señalan.
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