
Aves descansando en la laguna de Santa Olalla de Doñana
Recursos hídricos bajo presión: ¿qué países de la UE sufren más por la escasez de agua?
En el sur de Europa, en particular, el problema se intensifica debido a la elevada demanda de agua para la agricultura, el abastecimiento público y el turismo
Aunque este año se haya puesto fin a la emergencia por sequía en España, cabe recordar que los ejercicios anteriores la situación llegó a ser dramática en algunas zonas debido a la escasez de agua. En la actualidad, la reserva hídrica española muestra una salud envidiable, y es que los embalses se encuentran al 76,4 % de su capacidad.
Sin embargo, cada vez es mayor la presión sobre los recursos hídricos y los diferentes países hacen hincapié en todas aquellas cuestiones relacionadas con la explotación y la escasez de agua. Para medir el nivel de escasez hídrica se utiliza el índice de explotación hídrica plus (WEI+, por sus siglas en inglés), que mide el consumo total de agua como porcentaje de los recursos renovables de agua dulce disponibles para un territorio y período determinados.
Para entender este medidor, cabe destacar que los valores que se encuentran por encima del 20 % se consideran generalmente un signo de escasez hídrica, mientras que aquellos que son superiores al 40 % indican una escasez hídrica grave.
Según datos de Eurostat, en 2022 la Unión Europea marcó récord histórico, registrando el valor más alto desde que comenzó esta recopilación de datos en el año 2000, con un 5,8 %. Esto supone un aumento de 0,9 puntos porcentuales desde ese año 2000, lo que preocupa a expertos y mandatarios.
Datos por países
No obstante, existen grandes diferencias entre los países miembros. Hay un gran grupo de Estados, entre los que se encuentra España, donde están encuadrados prácticamente todos los países de la Unión, y que cuentan con entre un 0 y un 20 % de consumo de agua sobre los recursos renovables de este líquido disponibles.

Escasez de agua en la UE, 2022
Chipre es la nación que se lleva la peor parte, situada en el grupo de >40 %, ya que registró un 71 %, lo que indica que el uso de los recursos de agua dulce era insostenible. En el año 2000, el WEI+ en este país de la UE ya era del 59,5 %. Por su parte en la agrupación intermedia, de entre el 20 y 40 %, encontramos a dos países: Rumanía y Malta, que registraron valores del 34,1 % y el 21 %, respectivamente. Ambas naciones también deberían tomar medidas urgentes ante esa situación en la que se extrae más agua de la recomendada.
Grecia, Portugal y España registraron índices del 13,8 %, 10,1 % y 8,8 %, respectivamente, situándose por debajo del umbral crítico del 20 %, aunque todavía por encima de la media de los países de la Unión Europea. No obstante, estos promedios nacionales anuales no reflejan las marcadas diferencias regionales ni la gravedad de la escasez de agua que afecta especialmente a ciertas zonas durante los meses de primavera y verano.
En el sur de Europa, en particular, el problema se intensifica debido a la elevada demanda de agua para la agricultura, el abastecimiento público y el turismo. Es, asimismo, esa zona la que suele recibir menos lluvias, por lo que es más complicado reemplazar esa agua que se utiliza para los fines mencionados.
En el mejor de los escenarios, según Eurostat, se encuentran países como Letonia, Croacia, Suecia, Eslovaquia, Lituania, Eslovenia, Finlandia y Luxemburgo, ya que registraron valores del índice WEI+ inferiores al 1 %. Esto significa que estos territorios no se encontraban bajo ningún tipo de condición de estrés hídrico.