Fundado en 1910
Toallitas colgadas de los árboles y en las orillas del cauce del arroyo de Valdebebas

REMITIDA / HANDOUT por ASOCIACIÓN ECOLOGISTA DEL JARAMA 'EL SOTO'
Fotografía remitida a medios de comunicación exclusivamente para ilustrar la noticia a la que hace referencia la imagen, y citando la procedencia de la imagen en la firma
21/1/2022

Toallitas colgadas de los árboles y en las orillas del cauce del arroyo de ValdebebasEuropa Press

El Gobierno obligará a los fabricantes de toallitas a pagar los 230 millones anuales que cuesta su limpieza

También tendrán que financiar campañas de concienciación ciudadana para que los consumidores no tiren estos productos por el inodoro

La generación de residuos sólidos urbanos supone a nivel mundial en torno a los 2.000 millones de toneladas al año, de las cuales 22 millones de toneladas se producen en España. De esta cantidad, 164.100 toneladas son residuos de productos higiénicos absorbentes. Su mal uso cuesta entre cuatro y seis euros por persona y año, una cantidad que a nivel nacional sobrepasa los 200 millones de euros.

Y es que estos productos no solo atascan los sistemas de alcantarillado, sino que también tienen efectos negativos sobre el medio ambiente, llegando estos a playas, ríos y embalses. Solo en la Comunidad de Madrid se contabilizaron en torno a 36.000 toneladas de este monstruo, 6.000 más que en 2022 y la cifra más elevada desde 2018, según el Canal de Isabel II. Esto supone unas cinco bolsas de basura por cada madrileño, algo que se repite en cada región de España.

«El problema está en origen: al inodoro se tiran residuos que deberían ir al circuito ordinario», aseveró recientemente el consejero delegado de Canal, Mariano González, en una comparecencia en la Asamblea de Madrid, donde se pidió la colaboración del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) para atajar esta situación que es «cuestión de civismo».

Por ello, el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) comenzará a tomar cartas en el asunto. La pasada semana se publicó el borrador de Real Decreto presentado días atrás, que estará abierto a consulta pública hasta el 27 de junio. En él se proponen algunas medidas como que las empresas fabricantes de toallitas húmedas de un solo uso se encarguen de sufragar los costes económicos que generar sus desechos.

Al igual que estas, también se incluyen las que se encargan de realizar globos, otro objeto cada vez más presente en áreas naturales que se lleva la vida de miles de aves y otros animales que lo ingieren al confundirlo con alimento. De esta manera, quedará prohibido tanto tirar toallitas al retrete como soltar globos al aire, ambas prácticas bastante comunes.

Según una directiva de la Unión Europea citada por el Gobierno, las toallitas húmedas y los globos se encuentran entre los diez residuos plásticos de un solo uso más frecuentes en las playas europeas, ocupando el quinto y noveno lugar, respectivamente. El informe también destaca el carácter transfronterizo de estos desechos y su impacto ambiental cada vez mayor a nivel global.

Obligaciones para las empresas

El decreto establece que los productores deberán inscribirse en el Registro de Productores de Productos y, si superan un 2,5 % del mercado nacional. Una de las medidas clave es la aplicación del régimen de responsabilidad ampliada del productor (RAP). Esto implica que los fabricantes, importadores y distribuidores deben asumir los costes de recogida, limpieza, tratamiento de residuos, campañas de concienciación y estudios técnicos y ambientales. Para ello, podrán constituir sistemas individuales o colectivos que deberán garantizar su sostenibilidad económica mediante una garantía financiera.

De salir adelante la nueva normativa, por ende, estas empresas tendrán que financiar la limpieza de infraestructuras de saneamiento y depuración, así como el transporte y tratamiento de los residuos. Además, estarán obligadas a costear campañas de sensibilización ciudadana, ya que la educación ambiental se considera un pilar fundamental en este proceso de cambio.

Aunque las toallitas que sean realmente biodegradables quedarán exentas de esta regulación, el Ministerio para la Transición Ecológica insiste en que ninguna toallita debe desecharse por el inodoro. Aún está por definirse cómo se aplicarán estas medidas a los consumidores particulares.

También se excluyen de la norma productos para uso industrial o profesional como por ejemplo, globos meteorológicos y toallitas médicas. Asimismo, están incluidas las toallitas que están fabricadas con polímeros naturales no modificados químicamente, como viscosa y lyocell.

comentarios
tracking

Compartir

Herramientas