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02 de mayo de 2024

La Rambla es un lugar habitual de robos en Barcelona

La Rambla es un lugar habitual de robos en BarcelonaWikipedia

Hurtos

Atarse el móvil al brazo, la moda para evitar robos en Barcelona

El móvil es el dispositivo más robado en Cataluña con todo tipo de métodos que acaban en fugas en patinete eléctrico

Barcelona se ha convertido en una ciudad insegura en los últimos años. Las políticas de Ada Colau han conseguido subir todos los índices de criminalidad. Los hurtos llegan a 42.655 en el segundo trimestre de 2023. Por encima de los más de 36.000 de 2022 y los 21.541 de 2021.
Muchos ciudadanos toman medidas cuando caminan por determinadas zonas como Las Ramblas. El turismo atrae a los ladrones porque son perfiles distraídos que, muchas veces, están pendientes del entorno y descuidan sus pertenencias.
En la última semana se ha viralizado un vídeo en el que se puede ver a varios viandantes andando por las calles de Barcelona con el móvil atado al brazo para evitar robos. La correa de la funda que debería ir colgada del cuello se encadena al brazo y el móvil se lleva en la mano o en el bolsillo, pero ya sin miedo a que un tirón se lo lleve.

Denuncias

Los datos de los Mossos d’Esquadra apoyan esta medida porque el móvil se ha convertido en el objeto más robado en las calles de Cataluña con 192 denuncias al día. En muchos casos son descuideros los que realizan el hurto y un 18 % se roban de manera violenta.
Ya antes de la pandemia se contabilizaron 236 denuncias al día y ahora los datos vuelven a subir sin que los Mossos puedan hacer demasiado porque los patines se han convertido en el vehículo de fuga oficial. Los ladrones se acercan a la persona que habla con el móvil en la oreja, se cercioran de que es un terminal premium y proceden a dar un tirón para salir corriendo en el patín sin que la víctima pueda reaccionar.
En otras situaciones, los rateros entran en el vagón de metro con su víctima y esperan a que toque el silbato para arrebatarle el móvil de las manos y salir del vagón justo antes de que se cierren las puertas.
Llevarlo atado a la mano es la última solución de muchos, incluidos los extranjeros para evitar que su móvil vuele.
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