Roomba
Apple, Adobe o Amazon, las otras víctimas de la manía reguladora de Europa
Bruselas ha obligado a grandes empresas a pasar por su aro normativo
El pasado lunes Amazon e iRobot anunciaron que no seguían adelante con su acuerdo de compra por los problemas que había puesto Europa a la fusión.
Otra vez Europa gana la partida a una gran tecnológica e impone sus leyes, en este caso, para evitar que Amazon elimine todas las aspiradoras de su plataforma en favor de los modelos de Roomba.
En realidad, esto ya pasa con cualquier producto que se parezca a sus altavoces Alexa o al Fire TV Stick. En Amazon apenas se encuentran productos de la competencia como el Chromecast de Google o los HomePod de Apple.
Nuevos HomePod
En noviembre pasado, la Comisión Europea dijo que creía que el acuerdo tenía el potencial de restringir la competencia en el mercado de las aspiradoras robots.
Aspiradoras
La tienda online de Amazon vende aspiradoras robots de otras marcas y a los reguladores del Viejo Continente les preocupaba que Amazon pudiera reducir la visibilidad de los electrodomésticos rivales.
Amazon ya había comprado sin problema otras compañías relacionadas con el hogar como la empresa de cámaras y timbres Blink en 2017, o la empresa de seguridad para el hogar Ring en 2018.
Habría permitido a Amazon excluir a los rivales de iRobot restringiendo o degradando su acceso a tiendas de AmazonComisaria europeo de Competencia
Pero, en esta ocasión la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario responsable de Competencia, Margrethe Vestager, explicó que, según las conclusiones preliminares de su departamento, la transacción «habría permitido a Amazon excluir a los rivales de iRobot restringiendo o degradando su acceso a tiendas de Amazon».
Los servicios de Competencia de la Comisión también creen en general que la compra del fabricante de Roomba habría incentivado a Amazon a excluir a sus competidores porque «habría sido rentable económicamente hacerlo».
No es la primera vez que el bloque comunitario europeo impide la fusión de dos grandes compañías, por ejemplo a finales del año pasado Adobe abandonó su acuerdo por 20.000 millones de dólares para comprar Figma ante la presión de los reguladores del Reino Unido y la UE.
Apple
Apple también ha visto como Bruselas le ha obligado a cambiar sus puertos de carga por el USB-C en contra de su criterio. Desde la compañía de Cupertino dijeron que aceptaban la norma porque no podían dejan de vender sus dispositivos en Europa, pero que esa prohibición les impedía innovar y les limitaba.
El próximo cambio regulador al que se expone Apple es que el iPhone pueda ser manipulado por el usuario para cambiar la pantalla o la batería. Esto también ha provocado indignación en la compañía desde donde han trasladado que sus dispositivos tendrán menos calidad si tienen que fabricarse para ser accesibles a sus dueños.
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