Pelea de robots en la feria tecnológica de China
China exhibe su poderío en inteligencia artificial en medio de la competencia con Estados Unidos
En su mayor feria tecnológica del año, Pekín presenta avances en IA como respuesta al pulso estratégico con Washington por el liderazgo global en innovación
China ha querido sacar músculo en el terreno de la inteligencia artificial con la inauguración de la Conferencia Mundial de Inteligencia Artificial (WAIC), que estos días reúne en Shanghái a más de 800 empresas del sector, incluidas gigantes nacionales como Alibaba, Tencent o Huawei. Sin embargo, lo que más ha dado que hablar no ha sido quiénes están… sino quién no ha aparecido.
Y es que entre los grandes ausentes está DeepSeek, el proyecto chino que hace apenas unos meses sorprendió al mundo con su modelo R1, considerado por muchos como el primero realmente capaz de plantar cara a desarrollos punteros como los de OpenAI o Google. Ni rastro de la empresa ni de su fundador, Liang Wenfeng, un perfil tan mediático como enigmático, que incluso ha recibido elogios directos del presidente Xi Jinping. Tampoco se ha dicho nada sobre su esperado modelo R2, lo que ha disparado las especulaciones: algunos creen que Liang no quiere presentarlo hasta que esté pulido al milímetro, mientras que otros apuntan a problemas técnicos o incluso a los efectos de las sanciones de EE. UU., que han limitado el acceso de China a chips clave como los Nvidia H20.
Pero DeepSeek no ha sido la única ausencia llamativa. Elon Musk, que en otras ediciones ha participado con entusiasmo —incluso por videoconferencia— también ha brillado por su ausencia. Nada de intervenciones de parte del fundador de xAI, la empresa detrás del modelo Grok.
Durante la ceremonia de apertura, el primer ministro chino, Li Qiang, tomó el escenario para defender una visión de la inteligencia artificial más ética y compartida. Propuso que esta tecnología se trate como un bien público global y lanzó la idea de crear un organismo internacional que supervise su gobernanza a escala mundial.
Y aunque no mencionó a Estados Unidos de forma explícita, su mensaje fue claro: advirtió del riesgo de que unos pocos países y empresas monopolicen el futuro de la IA, algo que, según dijo, no solo sería injusto, sino también peligroso para el equilibrio global.