Aplicación de escritorio ChatGPT para Windows
El secreto de una experiencia adictiva: ChatGPT destroza los récords con 700 millones de usuarios semanales
Su éxito no solo se debe a la potencia del modelo, también a una experiencia de usuario diseñada para ser tan intuitiva como adictiva
Cuando se recuerdan de récords digitales, los nombres que suelen aparecer en la memoria son Facebook, WhatsApp o YouTube. Sin embargo, un nuevo actor ha irrumpido con una fuerza desproporcionada en ese podio. ChatGPT, el asistente conversacional basado en inteligencia artificial (IA) desarrollado por OpenAI, ha anunciado que alcanzará esta semana del mes de agosto los 700 millones de usuarios activos semanales. Esta cifra es testigo de un fenómeno de adopción tecnológica sin precedentes en la historia reciente.
Muy atrás quedó Steve Jobs trabajando con Steve Wozniak en un garaje de Los Ángeles para poner en las manos de millones de usuarios un ratón y un teclado para que pudieran navegar por un escritorio moviendo la mano. Aquello fue el germen de la informática a nivel de usuario, la que trascendió de las grandes empresas a los hogares y que hoy ya entendemos como un elemento más en cualquier mesa de despacho doméstico.
Agente de IA de OpenAI Deep Research
Para poner el dato de ChatGPT en contexto basta compararlo con los usuarios mensuales de gigantes consolidados como Instagram (2.000 millones), TikTok (entre 1.000 y 1.900 millones) o incluso Google Workspace (3.000 millones). Lo asombroso de ChatGPT no es solo el volumen, sino la frecuencia: 700 millones de personas lo utilizan cada semana, lo que indica un nivel de dependencia, confianza y hábito que va más allá de la curiosidad inicial que suele acompañar a cualquier tecnología que irrumpe y promete hacernos la vida más fácil.
De la curiosidad al hábito
El lanzamiento público de ChatGPT, en noviembre de 2022, generó una primera oleada de curiosidad mundial. Pero lo que parecía una moda pasajera se ha consolidado como un cambio estructural en la relación de millones de usuarios con la tecnología, algo así como las relaciones sociales gracias a Facebook hace 25 años. Profesionales, estudiantes, creadores de contenido, desarrolladores, trabajadores administrativos, periodistas o simplemente usuarios curiosos han incorporado este asistente como herramienta para resolver dudas, generar textos, traducir, programar o incluso tomar decisiones.
Según datos de OpenAI, la base de usuarios se ha cuadruplicado en un solo año, lo que lo convierte en uno de los productos digitales de crecimiento más acelerado de la historia. Este fenómeno, no se ha limitado a un solo país o sector, se ha expandido a escala global y en cualquier idioma.
Lo que parecía una moda puntual se ha consolidado como un cambio estructural en la relación de millones de usuarios con la tecnología
¿Qué explica esta adopción masiva? Para muchos expertos en tecnología, el secreto está en la experiencia de usuario. ChatGPT no exige conocimientos técnicos, no obliga a aprender comandos, ni impone curvas de aprendizaje pronunciadas. Solo hay que escribir una pregunta, una instrucción o una idea, y la IA responde. Así de simple.
«Lo más brillante de ChatGPT no es solo su capacidad para generar contenido, sino la naturalidad con la que interactúa», apunta un jubilado que pasa mucho tiempo interactuando con este chatbot. «Es como hablar con alguien que siempre tiene una respuesta útil».
De oficinas a colegios
Esa fluidez en la conversación ha convertido a ChatGPT en la puerta de entrada a la IA para millones de personas, que ya no necesitan entender cómo funciona un modelo de lenguaje, sino simplemente utilizarlo como quien abre el navegador o consulta el tiempo. Es más, Google no ha perdido el tiempo y ya ofrece respuestas a las tradicionales búsquedas con su propia IA para evitar la fuga de usuarios.
ChatGPT Search
Además, OpenAI ha apostado por una integración con aplicaciones como Slack, Microsoft Word o navegadores, y por lanzar versiones móviles con funciones importantes, como la conversación por voz, el análisis de imágenes o la navegación en tiempo real. Todo esto ha ampliado el contexto de usos y ha reforzado su presencia desde oficinas hasta entornos educativos.
OpenAI ha apostado por una integración rápida con aplicaciones como Slack, Microsoft Word o navegadores
La expansión de ChatGPT supone la consolidación de la IA generativa como tecnología central del presente, no del futuro. Lo podemos llamar el cambio de una era, la siguiente a la Contemporánea que se estudia en los libros de texto. Por primera vez, una herramienta basada en modelos de lenguaje está compitiendo en frecuencia y volumen de uso con redes sociales y apps de mensajería que históricamente han dominado el tiempo digital de las personas.
Además, esta nueva forma de interacción más colaborativa que consumista, más creativa que recreativa, está redefiniendo los hábitos digitales. En lugar de buscar información, los usuarios ahora la generan con ayuda de la IA. Ya no se busca cuándo terminó la II Guerra Mundial, ahora se busca su influencia en el mundo actual o las consecuencias que tiene para los derrotados todavía en 2025. En vez de consumir pasivamente, crean activamente. Y esa transformación afecta no solo al mundo tecnológico, sino también al educativo, el profesional y el cultural.
¿Qué viene después?
Con 700 millones de usuarios semanales y una comunidad en expansión, el reto de OpenAI será mantener la fiabilidad, la seguridad y la utilidad de ChatGPT en un entorno digital cada vez más exigente con la aparición de los modelos procedentes de China como Deepseek o Manu. La competencia también crece con gigantes como Google, Meta, X o Anthropic que han lanzado sus propios modelos. La carrera por la supremacía en IA generativa acaba de comenzar.
ChatGPT ha marcado un hito. No solo por la magnitud de su base de usuarios, sino porque ha logrado convertirse en una herramienta esencial en la vida diaria de millones de personas, algo reservado hasta ahora a los productos más universales del mundo digital.