De Facebook a ChatGPT: ¿es responsable la tecnología del suicidio de un ser humano?

Facebook, que en sus inicios fue presentada como una herramienta revolucionaria para conectar a millones de usuarios en todo el mundo, terminó convertida en responsable de los riesgos de las redes sociales en la salud mental de los adolescentes. En la última década, la compañía, hoy bajo el paraguas de Meta, ha sido señalada en estudios, investigaciones y demandas judiciales que vinculaban el uso intensivo de sus plataformas con el aumento de casos de depresión, ansiedad y suicidios entre jóvenes.

Más de 20 años después del nacimiento de esa red social, la IA ha llegado a las vidas de los humanos para, supuestamente, ayudarles, pero la historia se repite. OpenAI se encuentra bajo el foco mediático y judicial después de que se presentara en California una demanda contra la empresa y su director ejecutivo, Sam Altman, por el suicidio de un joven de 16 años en Estados Unidos. Los padres del menor acusan a la compañía de no haber activado correctamente los mecanismos de seguridad de su chatbot ChatGPT, basado en el modelo GPT-4o, pese a que el adolescente manifestó de manera reiterada intenciones suicidas en sus interacciones con la herramienta.

Atractivo de Facebook

El atractivo inicial de Facebook residía en su capacidad de facilitar la interacción social y de unir a personas separadas por la distancia para ofrecer un espacio para compartir experiencias y opiniones. Sin embargo, la evolución de la red social mostró una cara mucho más oscura. Investigaciones y libros de exempleados revelaron cómo el uso compulsivo de Facebook afectaba a millones de usuarios en la productividad, el sueño o las relaciones personales.

El impacto de Facebook fue dramático entre los adolescentes

El impacto fue dramático entre los adolescentes, cuyo comportamiento en la plataforma suele estar condicionado por la necesidad de compararse, recibir aprobación y construir una identidad digital constantemente validada por otros. Este patrón, según psicólogos y especialistas, eleva los niveles de ansiedad, deteriora la autoestima y genera un estado de insatisfacción permanente. Aunque Facebook ha perdido protagonismo frente a otras redes, Instagram o TikTok han tomado el relevo y continúan influyendo en la vida de los más jóvenes, ya sea a través de la exposición a contenidos negativos, el acoso digital o la presión social ejercida por el entorno virtual.

Facebook y el suicidio adolescente

Los estudios epidemiológicos coinciden en un dato alarmante como es que el uso intensivo de redes sociales se asocia con un incremento en la depresión, el ciberacoso y las tendencias suicidas en menores. La sobreexposición a la interacción virtual sustituye progresivamente el contacto humano y aumenta la soledad y la inseguridad.

Existen casos en los que adolescentes reconocieron haber sido empujados a la autolesión o al intento de suicidio tras sufrir acoso en redes sociales o consumir contenido que reforzaba sentimientos de inutilidad y desesperanza. Muchos psiquiatras han advertido que, en ausencia de supervisión familiar o escolar, la publicación y consumo de mensajes relacionados con baja autoestima y maltrato pueden desencadenar ideaciones suicidas y comportamientos autodestructivos.

Los tribunales han recibido en los últimos años denuncias de familias que culpan directamente a la plataforma por no haber actuado con la rapidez y contundencia necesarias para evitar la proliferación de contenido nocivo. Fue el caso de Molly Russell en Reino Unido y el de Selena Rodríguez en Estados Unidos, cuyas familias culparon a la plataforma de facilitar el acceso a contenidos de autolesión y suicidio que contribuyeron a la muerte de sus hijas.

Ahora la presión recae sobre los chatbots de IA, en este caso ChatGPT, que ha sido incapaz de frenar a un menor al suicidio después de una interacción hombre-máquina que eleva todavía más la delicada línea que dicta para qué sirve la IA y para que no debe utilizarse. Preguntar a ChatGPT quién soy o que toma decisiones ante temas personales puede conducir a la anulación del espíritu crítico del ser humano o a respuestas erróneas que lleven a acciones irreparables.

Presión internacional

Ante la alarma social, Meta introdujo medidas para reducir riesgos como controles de edad, filtros automáticos para bloquear contenido relacionado con autolesiones y suicidios, así como redirecciones a fuentes de apoyo profesional. Sin embargo, organizaciones internacionales como UNICEF han advertido de que estas acciones resultan insuficientes. Más de la mitad de los adolescentes encuestados consideran que las redes sociales representan una amenaza directa para su bienestar emocional.

El debate ha dado pie, además, a iniciativas regulatorias. En el Reino Unido, por ejemplo, la Ley de Seguridad Online obliga a plataformas como Facebook, Instagram o TikTok a retirar de manera inmediata cualquier contenido relacionado con suicidios o autolesiones.

Meta introdujo medidas para reducir riesgos como controles de edad, filtros automáticos para bloquear contenido relacionado con autolesiones

Sarah Wynn-Williams, ha dedicado 464 páginas en Los irresponsables. Una historia de poder, codicia y falso idealismo (Península, 2025) a contar que lo más perturbador de su etapa como empleada de Facebook fue la explotación emocional de los adolescentes. Facebook, afirma, permitió a anunciantes dirigirse a jóvenes de 13 a 17 años en momentos de vulnerabilidad emocional, como cuando se sentían «inseguros» o «derrotados», para lo que utilizó datos como la supresión de un selfi para activar anuncios de productos de belleza, y asegura que la empresa mintió al negar públicamente estas prácticas.

TikTok, el otro gran señalado

La preocupación se extiende más allá de Meta. TikTok, propiedad de la empresa china ByteDance, ha sido denunciada en Francia y otros países europeos por amplificar de forma masiva contenido sobre métodos de suicidio dirigido a adolescentes. Investigaciones de varios medios revelaron que en apenas unos minutos, el algoritmo de TikTok es capaz de recomendar a los usuarios más jóvenes decenas de vídeos con mensajes sobre autolesiones.

Las denuncias contra Facebook, Instagram y TikTok han acelerado la discusión sobre la necesidad de imponer límites a las grandes tecnológicas. Para los expertos, no basta con medidas internas de moderación, sino que es imprescindible una regulación más estricta que garantice la seguridad de los menores en el entorno digital.

Los profesionales de la salud mental insisten en la importancia de reforzar la educación digital

Por otro lado, los profesionales de la salud mental insisten en la importancia de reforzar la educación digital de adolescentes y familias y piden que la supervisión y la comunicación siguen siendo claves para reducir los riesgos.

Lo cierto es que, veinte años después de su nacimiento, Facebook ha pasado de ser símbolo de conexión global a estar asociado con algunos de los problemas más graves de la era digital y los chatbots de IA como ChatGPT parecen haber tomado el relevo.