Los hechos han ocurrido en la localidad de Vergato, en Bolonia (Italia)
Estafas
El mensaje que hizo perder 290.000 euros a una pareja de jubilados
Todo comenzó con un mensaje que parecía provenir del banco, informando de que su cuenta bancaria había sufrido un acceso no autorizado
En Vergato, un tranquilo municipio de Bolonia (Italia), una pareja de ancianos vivió un momento que cambiaría sus vidas. Todo empezó con un mensaje de texto que parecía normal, como tantos que recibimos a diario. Decía que su banco había detectado un acceso sospechoso y que su dinero estaba en peligro.
Sin darse cuenta, se convirtieron en víctimas de un truco común entre los cibercriminales, que aprovechan la alarma y la falta de experiencia tecnológica de las personas mayores. Los estafadores lanzan engaños como este con frecuencia, intentando atrapar a quienes son más propensos a caer en la trampa.
Lo que parecía un simple SMS terminó costándoles todos sus ahorros, acumulados a lo largo de toda una vida. Este caso recuerda que hoy en día los delincuentes no necesitan grandes recursos, basta con un mensaje convincente y un objetivo vulnerable para lograr su cometido.
Un total de 290.000 euros
El mensaje indicaba que sus ahorros estaban en riesgo y que podían mover el dinero a una 'cuenta segura' para protegerlo. Asustados, el hombre y su mujer siguieron las instrucciones sin sospechar que era una trampa. Realizaron hasta tres transferencias, sumando un total de 290.000 euros, confiando en que sus fondos estarían a salvo.
Días después, al notar que no recibían confirmación alguna y que el dinero había desaparecido, decidieron acudir a la policía. La investigación fue rápida y confirmó sus temores: habían sido víctimas de un fraude. El banco, por su parte, señaló que no podía recuperar los fondos, ya que las transferencias se habían completado y no podían revertirse.
El caso sirve como advertencia sobre los riesgos de los fraudes digitales. Las autoridades insisten en la importancia de la prevención, desconfiar de mensajes inesperados, verificar siempre la información con las entidades oficiales y, ante la menor duda, no realizar transferencias ni facilitar datos personales.