El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López
Óscar López, el ministro de la Tecnología que confunde la inversión privada con los milagros socialistas del 5G
El ministro para la Transformación Digital tira de épica gubernamental y asegura que «el Gobierno de Pedro Sánchez ha inundado España de conectividad»
Si hay un ministro adepto al sanchismo, ése es Óscar López. Licenciado en Ciencias Políticas con la doble especialidad de Administración Pública y Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid, no ha tenido relación alguna con la tecnología hasta septiembre de 2024, cuando Pedro Sánchez le nombró ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública.
Sería deseable que un ministro conociera el terreno que pisa. Igual que Pedro Duque fue astronauta antes de ministro de Ciencia e Innovación o que Màxim Huerta se dedicaba a escribir antes de su efímero paso por Cultura.
Entre los actuales miembros del Gobierno predomina el comodín de la licenciatura en Derecho, aunque solo unos pocos saben realmente de lo que hablan: Carlos Cuerpo, economista, al frente de Economía; Mónica García, médica, en Sanidad; y Diana Morant, ingeniera de Telecomunicaciones, en Ciencia, Innovación y Universidades. Luego está el curioso caso de Sira Rego, diplomada en Nutrición Humana y Dietética, que ocupa la cartera de Juventud e Infancia.
López contra Ayuso
López reparte su tiempo entre las obligaciones del cargo y su intención de disputarle a Isabel Díaz Ayuso la presidencia de la Comunidad de Madrid, una ambición que cultiva con mensajes en su cuenta de X y continuas advertencias sobre las «maldades» de la extrema derecha cada vez que se refiere al PP o a Vox.
Pero cuando peor lo pasa el ministro de la Tecnología es cuando tiene que hablar de la transformación digital de España. Ahí es donde derrapa en cada frase, aunque en los últimos meses ha preferido tirar de manual y atribuir al socialismo cada avance tecnológico del país, incluso cuando los protagonistas de la inversión son empresas privadas.
En su última visita a Castilla y León, López valoró que el Gobierno de Pedro Sánchez «haya inundado España de conectividad» y haya convertido al país en un referente con fibra óptica en todo el territorio y conectividad 5G «en cifras que los alemanes ni sueñan».
El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López
El ministro no miente del todo en lo del 5G, cuyo despliegue arrancó en 2018 con el Plan Nacional 5G 2018-2020. Lo que no dice es que nada de esto habría sido posible sin la inversión de compañías como Vodafone o Telefónica. Solo Vodafone ha destinado más de 2.300 millones de euros a mejorar las redes españolas. Con permiso del Gobierno, sí, pero sin dinero del Gobierno.
Telefónica lleva invertidos 8.376 millones de euros en los últimos cinco años con un importante refuerzo a la inversión en redes móviles de 5G. Ayer, la compañía española anunció que su despliegue en 5G llega a un total de 5.700 municipios de toda España, lo que supone ofrecer este servicio a más del 94 % de la población.
El resto de compañías también han permitido que Pedro Sánchez se apunte el tanto de «inundar a España de 5G». Orange destinó a inversión en redes 5.207 millones de euros en los últimos cinco años y MásMóvil llegó a 3.121 millones en el quinquenio 2019-23 según la CNMC.
Fondos Next Generation
López realizó estas declaraciones durante una mesa redonda sobre digitalización, innovación y empleo de calidad, enmarcada en el congreso que el PSOECyL organizó en el Palacio de Exposiciones de León bajo el lema «Atrévete a construir futuro. Los fondos Next Generation, motor de crecimiento en Castilla y León».
Esos mismos fondos europeos que Pedro Sánchez exhibe como bandera de modernización, pero cuya gestión sigue generando dudas sobre su destino y eficacia. ¿Qué ocurrirá el día en que Bruselas cierre el grifo y España descubra que no sabe transformarse sin ayudas?
El ministro aprovechó el escenario para sumar méritos a su presidente: «Sánchez batalló en Europa para que, en vez de recortes, hubiera inversión», aseguró, antes de atribuir a España el mérito de ser un país «con energía barata, buena conectividad y formación». Un lapsus recurrente en materia energética, más aún después del apagón que dejó al país sin luz el pasado abril.
«España tiene 5G en cifras que los alemanes ni sueñan. Tiene tres veces más 5G que Alemania y fibra en todo el país», insistió López, subrayando además que en Castilla y León la cobertura 5G ha crecido treinta puntos desde que Sánchez es presidente.
España y Alemania
En realidad, la comparación con Alemania dista mucho del triunfalismo del ministro. Según los últimos informes de la Comisión Europea y de la GSMA —la asociación que agrupa a los principales operadores móviles del mundo—, España se encuentra entre los países con mayor despliegue de fibra óptica hasta el hogar, pero en el caso del 5G la cobertura efectiva no es tan brillante como sugiere López.
En Alemania, el 5G alcanza ya al 94 % de la población gracias a la inversión privada de operadoras como Deutsche Telekom y Vodafone Deutschland, mientras que en España, aunque la cobertura nominal supera el 90 %, buena parte de ella se apoya en el 5G no standalone (NSA), es decir, sobre redes 4G recicladas que no ofrecen las velocidades ni la latencia del 5G real.
En el caso del 5G la cobertura efectiva en España no es tan brillante como sugiere López
Dicho de otro modo, España presume de más antenas, pero menos 5G auténtico. Un espejismo estadístico que el ministro convierte en épica gubernamental mientras ignora que la verdadera modernización digital no depende de los eslóganes, sino de la inversión sostenida y la innovación tecnológica que —una vez más— viene del sector privado.
Algo así como el milagro de los panes y el 5G. El ministro de la Tecnología confunde los logros de las empresas privadas con los supuestos milagros de su Gobierno.