Una mujer lee el etiquetado de un bote de miel

Una mujer lee el etiquetado de un bote de mielEuropa Press

Alimentación

La miel tendrá que especificar su porcentaje de mezcla y origen en su etiquetado

La norma trata de garantizar que el producto llega al consumidor no ha sido desprovisto de las sustancias o ingredientes naturales que le confieren sus propiedades ​

Modificación en el etiquetado de la miel. Tan solo unos pocos días después de las protestas de los apicultores en la sede de la Comisión Europea en Madrid contra los sucedáneos de miel que se cuelan en la Unión Europea (UE), el Consejo de Ministros ha aprobado un real decreto por el que se modifica la norma de calidad relativa a la miel.

La implementación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación busca mejorar la información proporcionada al consumidor sobre el origen de la miel. Se establece la obligación de indicar en el campo visual principal de la etiqueta el porcentaje que representa cada uno de los países de origen de la miel, en el caso de las mezclas.

«España fue pionera en la UE en la clarificación del etiquetado de origen de la miel, al establecer, desde 2020, la indicación obligatoria en el etiquetado de la lista de los países de origen donde la miel y sus mezclas hayan sido recolectadas. Con la modificación de la directiva europea, se consiguió que además de indicar los países de origen, se especifique también la proporción de cada uno de ellos», ha apuntado el Ministerio que encabeza Luis Planas en un comunicado.

La norma trata de garantizar que la miel que llega al consumidor no ha sido desprovista de las sustancias o ingredientes naturales que le confieren sus propiedades características y cumple con los criterios de composición, calidad y pureza que establece la normativa.

Según un informe realizado conjuntamente entre la OLAF (Oficina Europea de Lucha contra el Fraude), el JRC (Centro Común de Investigación de la Unión Europea) y la DG Sante (Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea), un 46 % de las muestras europeas analizadas fueron fraudulentas y un 66 % de las empresas importadoras controladas tuvieron, al menos, un resultado positivo. En el caso de España, los porcentajes se elevan a un 51 % de importaciones con producto mezclado y un 85 % de empresas importadoras con, al menos, un resultado positivo.

«Con esta modificación se elimina la variedad miel filtrada y se establece que, aquella a la que se le haya retirado una parte importante del polen, será considerada miel para uso industrial, y no podrá comercializarse directamente al consumidor final. El polen es un componente clave de la miel y proporciona un vínculo con su origen botánico», indica el Ministerio.

España cuenta con más de 2,8 millones de colmenas entre los dos sistemas productivos, estante y trashumante, repartidas en 36.893 explotaciones, de las que alrededor del 17 % son profesionales (las que reúnen más de 150 colmenas), lo que supone el nivel de profesionalización del sector apícola más alto de la Unión Europea. De hecho, el 80 % de la producción procede de la apicultura profesional.. La producción final de miel se sitúo en 2023 en 27.423 toneladas.

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