
Aguacates de la variedad Lamb Hass en la Comunidad Valenciana
El miedo al aguacate de Perú roba un mes de oro al producto nacional: «Hay que reivindicar lo nuestro»
La pujanza de competidores de terceros países en el mercado europeo ha sido especialmente sufrida en las explotaciones de la Comunidad Valenciana
El crecimiento de los competidores de España como proveedores de aguacate para la Unión Europea (UE) ha condicionado el final de la campaña del Lamb Hass, variedad predominante en la segunda mayor región productora del país, la Comunidad Valenciana.
El aumento de las compras de España de aguacate a Marruecos en los dos primeros meses del 2025 y el consecuente hundimiento de los precios ha generado un eco pesimista a pie de cultivo.
El runrún por la llegada masiva de aguacate de Perú –principal suministrador del país– en coincidencia con el final del Lamb Hass ha provocado una recolección temprana por parte de los productores, lo que a su vez ha generado una concentración de fruta que, de haber tenido un mes más para arrancarse, habría dejado mejores precios en origen.
«Nos ha faltado un mes de campaña. Nos hemos precipitado en recolectar y nos hemos dado cuenta de que podríamos haber alargado un mes la cosecha», apunta en conversación con El Debate Celestino Recatalá, presidente de Asoproa (Asociación de productores de aguacates de Valencia).
El agricultor valenciano hace referencia a un temor exagerado entre los productores, que tras ver el incremento de importaciones de aguacate de enero y febrero (un 40 % más que en 2024), se apresuraron en exceso en trasladar sus frutos a los comercializadores por miedo al solapamiento con Perú. «Se advirtió de que venía el lobo y luego llegaron los problemas con la logística y el desarrollo de la materia seca. Los primeros contenedores que llegan de Perú no deberían ser competencia porque les falta calidad y maduración», asevera Recatalá.
El dirigente de Asoproa señala la necesidad de poner en valor el producto nacional, particularmente en situaciones como la de esta campaña, donde las buenas condiciones del aguacate habrían permitido estirar la producción de Lamb Hass antes del desembarco de Perú: «Los aguacates que llegan ahora de Perú no están en el punto óptimo de maduración y han pasado 40 días de viaje. El consumidor tiene que conocer estas diferencias. Hay que reivindicar lo nuestro».
Recatalá ahonda en la labor que han de acometer los productores españoles para resaltar sus aguacates, aunque reconoce la necesidad de la importación para satisfacer la creciente demanda: «El 80 % de los aguacates que comercializan los operadores son importados. Hace falta importación, pero no es lo mismo un aguacate tratado con materias activas prohibidas en Europa y con 40 días de viaje que los que se producen en un Estado miembro y que en 24 horas está en el lineal. España cada vez produce más aguacates y de mejor calidad y eso hay que transmitirlo».
La pujanza de competidores de terceros países en el mercado del aguacate europeo ha sido especialmente sufrida en las explotaciones de la Comunidad Valenciana, donde los precios caían a finales de abril más un 29 % en el Lamb Hass respecto a 2024. Marruecos, rey de las importaciones realizadas en el primer trimestre de 2025, ha refrendado su impulso como productor con una campaña histórica de 120.000 toneladas, prácticamente el doble de lo registrado en 2023/2024, según un informe realizado por Valencia Fruits.
El vecino del sur aumentó un 150 % la superficie dedicada al aguacate entre 2018 y 2023. «En enero de 2024, las importaciones españolas de aguacate marroquí aumentaron un 89 %, provocando una fuerte caída en los precios locales. Ante esta situación, el sector agrícola español reclama a la Unión Europea una regulación más equitativa para evitar desventajas frente a los países terceros. Mientras tanto, Marruecos continúa apostando por su expansión agrícola», celebra el diario magrebí Rue20.
«Este año podríamos haber alargado la temporada del Lamb Hass hasta junio. Además, en una buena posición porque no hay Hass, aunque los operadores se aprovechen y traten de hundir los precios. El miedo que hay al fruto de fuera ha condicionado una campaña que podría haber sido mucho mejor. Hay que aprender para poner en valor lo nuestro, perder ese temor y estirar todo lo que podamos para tener un buen precio el mayor tiempo posible»,