Fuego: a alguien habrá que clamar

En vez de gastar en bobadas y festejos campestres del lumpen de los de los enemigos del jabón, con trencitas y pelo morado ¿dónde está el cuerpo de bomberos forestales? Mal pagados, temporales, descontentos… ¿Dónde los cortafuegos? Esperando los permisos que nunca llegan

DOZÓN (PONTEVEDRA), 12/08/2025.- Vista del incendio que se ha declarado este martes en Dozón (Pontevedra), que pone en riesgo al núcleo de población de O Castro y ha obligado a cortar carreteras. La Xunta de Galicia ha activado la situación 2 del Plan de Emergencias por Incendios Forestales en la zona. EFE/Xurxo Martínez

DOZÓN (PONTEVEDRA)EFE

«Clame al Cielo y no me oyó / Más si sus puertas me cierra / De mis pasos en la tierra / Responda Él y no yo» (D. Juan Tenorio)

La devastadora guadaña del fuego está segando la vida del campo y la ilusión de sus gentes. Desgraciadamente mi temor se cumplió. Era de esperar. Fue lo primero que pensé este año tras las albricias por las generosas lluvias.

Querido Incautos:

Nos aplasta la ola de la desolación una vez más. Llega poniendo al descubierto las miserias de un sistema que no funciona. Que no nos defiende. Que sólo nos desangra poco a poco. Que es un cáncer que va invadiendo y matando todo. Y, sobre todo, el campo. Pone de manifiesto la mediocridad y la inutilidad de las gentes que alcanzan el poder en este execrable sistema ruin. Que aúpa a los mentecatos.

Llega la tragedia Ahora todo es huir. Todo es esquivar el bulto. «Pío, pío que yo no he sido». Esa entelequia que responde al nombre ministerio de la devastación ecológica y ocaso demográfico, ésa que gasta esos dineros que nos roban en esa extorsión legal que llaman impuestos en que han convertido todo el sentido de su existencia…

Parafraseando a Lope: Pobre chiquilla mía, entre peñascos rota, sin velas desvelada, y en Europa sola: ¿Adónde vas perdida? ¿Adónde, di, te engolfas? Chiquilla del alma negra, gastada en contar lobos y derribar presas ¿dónde estás ahora que España es un tizón?

Te equivocaste. No había que derribar presas. Había que multiplicarlas como puntos de agua para estos incendios previsibles.

Te equivocaste. Había que limpiar el monte y los cauces de los ríos para evitar las tragedias de Valencia.

Te equivocaste. Ahora resulta que también había que multiplicar el ganado. Ése que asoláis desde los infiernos de papeleos, desde la tortura de las mil normativas, los constantes carísimos y trabajosísimos saneamientos. Que se demuestran totalmente ineficientes pues tras 30 años de gasto la enfermedad de la tuberculosis sigue ahí. Esa inocua para los humanos que os empeñáis en acabar y que sigue en el reservorio de la fauna salvaje. Y seguirá siempre. Ese ganado devastado por las nuevas enfermedades a las que no sabéis poner solución. Desde la EHE, a la lengua azul.

Te equivocaste con los ganaderos, esas gentes que insultasteis y maltratasteis con las memeces del CO2 y las patrañas climáticas.

Te equivocaste. En vez de gastar en bobadas y festejos campestres del lumpen de los de los enemigos del jabón, con trencitas y pelo morado ¿dónde está el cuerpo de bomberos forestales? Mal pagados, temporales, descontentos… ¿Dónde los cortafuegos? Esperando los permisos que nunca llegan en el temor que los enemigos del jabón con trencitas y pelo morado protesten.

¿Dónde los aviones? ¿Dónde los camiones de incendios?

¿Dónde…?

¿Dónde…?

Alma de cántaro… los ganaderos «somos» la gestión forestal

Me Llega un vídeo donde sale una majadera de la Comunidad de Madrid diciendo que los ganaderos son los «nuevos» aliados de la gestión forestal… Y que van a meter «nosecuantasmil» vacas en los montes… Alma de cántaro… los ganaderos «somos» la gestión forestal. Siempre lo hemos sido. Y las vacas y el resto del ganado siempre estuvieron ahí. Vosotros… vosotros sois los aliados. Unos pésimos aliados, impuestos, que no queremos para nada. Para absolutamente nada.

El campo entero añora la época en que no estabais. Cuando no había ni papeles, ni funcionarios, ni tanto carísimo inútil. Entonces había gente que trabajaba el campo. Y no gentes dispuestas a fastidiar y a entorpecer la labor.

Recuerdo a los guardas de aquel añorado ICONA donde trabajaba mi padre, subidos en los bulldozers haciendo cortafuegos. Dirigiendo las cuadrillas de incendios. Los recuerdo con sus gorras verdes y un pañuelo atado a la boca, con unas brazadas de piornos sacudiendo bravamente las llamas, dirigiéndonos y ayudándonos a apagar los incendios.

Ahora hay agentes forestales y celadores que persiguen con saña si te falta el papel número 23 para quemar unas podas o tener unas gallinas. Y sí. Todos. Absolutamente todos soñamos con el momento en que desapareciera este mundo de papeles y mangantes.

¿Llegará?

El conde de Teba es ganadero y arquitecto

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