Encélado, una de las más de 80 lunas de Saturno
Ciencia
Las pistas que un lugar descubierto en el Ártico puede darnos sobre la vida extraterrestre
Un campo hidrotermal hallado en el polo sur podría servir como laboratorio para planificar futuros viajes a lunas heladas como Encélado, en Saturno
Las lunas heladas de Saturno concitan uno de los mayores puntos de interés para la búsqueda cercana de vida extraterrestre. La nave que ha empleado menos tiempo en llegar hasta el gigante gaseoso ha tardado algo más de tres años, pero algunos de sus más de 80 satélites han despertado la curiosidad de los expertos por su composición. Desde hace años, por ejemplo, se viene barruntando la posibilidad de que bajo la enorme capa de hielo de Encélado, una de ellas, se oculten colosales océanos que reúnan condiciones idóneas para la vida.
Aunque todavía pasará un tiempo hasta que una sonda pueda acercarse a alguna de estas lunas y estudiarla en profundidad (la misión Europa Clipper de la NASA está prevista 2024 y no llegará hasta Europa, un satélite helado de Júpiter, antes de 2029), los científicos ya han encontrado una manera de ir haciendo pruebas en la Tierra en un entorno parecido.
Se trata de Aurora, un respiradero de aguas profundas descubierto en el Ártico con características similares a las de Encélado, que, junto a Europa, encabezan la lista de satélites más cautivadores para las agencias espaciales.
El enclave fue hallado en 2014 y está escondido bajo el hielo en la zona de Gakkel Ridge, en el océano Ártico. Según explica una nota de prensa divulgada por sus descubridores, estos campos hidrotermales protegidos por un océano helado representan un sitio clave para estudiar la síntesis orgánica fundamental para el origen de la vida, lo que puede dar pistas también para la búsqueda de vida fuera de nuestro planeta.
Proceso geológico
En las profundidades de los mares y océanos de la Tierra, el agua de mar interactúa con minerales de la corteza terrestre, lo que propicia ambientes cálidos y alcalinos con producción de hidrógeno. Este proceso permite a su vez desarrollar «chimeneas» ricas en minerales, una fuente de energía que promueve las reacciones químicas entre el hidrógeno y el dióxido de carbono. Y esto, por último, hace posible el desarrollo de compuestos orgánicos de complejidad creciente.
Los paralelismos entre respiraderos como el Aurora y lo que podría hallarse en las profundidades de Encélado son, por lo tanto, posibles, o eso creen los científicos. A este respecto, sostienen que las altas chimeneas hidrotermales similares a estalagmitas, presentes en el campo hidrotermal Aurora, poseen incrustaciones de vida microbiana alimentada de manera geotérmica, algo similar a lo que sucedería en las lunas heladas. Por esta razón, los especialistas podrán usar Aurora como laboratorio para planificar futuras misiones y obtener posible información sobre lo que pueda haber allí.
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