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02 de mayo de 2024

El cohete chino Long March 5B despega desde el Centro de Lanzamiento Wenchang, en la provincia de Hainan, el pasado 31 de octubre

Lanzamiento de un cohete chino Long March 5BAFP

Cohetes reutilizables, el plan del gigante chino Alibaba para realizar entregas en menos de una hora

Aunque las pruebas están programadas para iniciarse próximamente, la propia empresa titular de los vehículos a utilizar reconoce la dificultad de la tarea a corto plazo

Los cohetes reutilizables se han erigido como el vehículo idóneo para la conquista espacial. Sus ventajas frente a los convencionales de un solo uso son incontestables y se aglutinan en torno a un eje central: la reducción de costos por lanzamiento, lo que puede aumentar la frecuencia de despegues y, por consiguiente, la accesibilidad al espacio, además de ser mucho más sostenibles por no desecharse a la primera de cambio.
Aunque empresas como SpaceX, pionera en el uso eficiente de este tipo de cohetes, aspira a aprovechar la potencia de su futura nave Starship como medio de transporte ultrarrápido dentro de la Tierra, el pasado domingo se conoció que Taobao, una plataforma de comercio electrónico perteneciente al gigante chino Alibaba, también quiere recurrir a los cohetes reutilizables para realizar entregas exprés a cualquier punto del planeta... en tan solo una hora.
El anuncio fue realizado por la empresa aeroespacial china Space Epoch, que proporcionará para ello su modelo Yuanxing-1, el cual superó con éxito el año pasado pruebas de encendido y recuperación en alta mar.
Según informó este lunes el portal chino de noticias económicas Yicai, citado por Efe, la idea está aún en fase inicial y se centra en el diseño de un cohete capaz de transportar hasta diez toneladas de carga en un contenedor de 120 metros cúbicos. Y aunque las pruebas están programadas para iniciarse próximamente, la propia empresa reconoce las dificultades de alcanzar las metas fijadas a corto plazo.

El despertar espacial de China

Con todo, la iniciativa se enmarca dentro del impulso en el ámbito espacial iniciado por China en los últimos años, con un considerable aumento en el número de empresas privadas que se dedican al desarrollo y lanzamiento de cohetes.
El pasado enero, sin ir más lejos, la empresa Orienspace lanzó con éxito el cohete Gravity 1, el más potente del mundo con propulsión de combustible sólido. Cuatro meses antes, en septiembre, Galactic Energy se convirtió en la primera empresa privada china en llevar a cabo un lanzamiento exitoso desde el mar. Y en abril pasado, el país llevó a cabo una prueba de aterrizaje vertical de un cohete en una plataforma marina, lo que sentaba los cimientos para la recuperación de los lanzadores y su posterior reutilización.
A esto se suma los hitos espaciales llevados a cabo por China en la última década, incluyendo la construcción de su propia estación espacial y la llegada a la cara oculta de la Luna. El país, de hecho, se ha erigido como el principal competidor de EE.UU. en la conquista de la Luna y, a la postre, de Marte, adonde no es hoy por hoy descartable que llegue antes que la NASA.

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