
Avión X-59
La NASA lleva al límite el motor de su avión supersónico silencioso
Con la culminación de esta prueba, la agencia se acerca a redefinir los estándares de la aviación supersónica, abriendo la puerta a vuelos comerciales rápidos y eficientes
La NASA ha completado la primera prueba de funcionamiento máximo del motor de postcombustión en su avión supersónico silencioso X-59, diseñado para reducir el impacto de las explosiones sónicas en vuelos sobre tierra.
La prueba, realizada el 12 de diciembre en las instalaciones Skunk Works de Lockheed Martin en Palmdale, California, representa un avance crucial hacia el primer vuelo del X-59, programado para 2025. Este ensayo en tierra permitió evaluar el motor F414-GE-100, equipado con un postquemador, un componente que incrementa el empuje del motor a reacción al quemar combustible adicional.
El uso del postquemador es fundamental para que el X-59 alcance velocidades supersónicas, cumpliendo con los requisitos técnicos de la misión. Durante la prueba, el equipo verificó que el motor funcionara dentro de los límites de temperatura y que mantuviera un flujo de aire adecuado para el vuelo. Asimismo, se comprobó su integración con otros subsistemas de la aeronave, asegurando su funcionamiento coordinado.
El X-59 es el eje principal de la misión Quest de la NASA, que busca abordar una de las mayores limitaciones de los vuelos supersónicos: las explosiones sónicas. Estas detonaciones, que se producen cuando una aeronave rompe la barrera del sonido, generan un estruendo ensordecedor que limita la viabilidad de los vuelos supersónicos sobre áreas habitadas. La misión aspira a demostrar que estas explosiones pueden ser transformadas en sonidos más suaves y menos intrusivos.
Con la culminación de esta prueba, la NASA se acerca a redefinir los estándares de la aviación supersónica, abriendo la puerta a vuelos comerciales rápidos y eficientes que sean ambiental y socialmente viables.