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Santiago Segura y Tony Leblanc recibieron la Medalla de la Orden del 2 de Mayo de la Comunidad de Madrid en 2012

Santiago Segura y Tony Leblanc recibieron la Medalla de la Orden del 2 de Mayo de la Comunidad de Madrid en 2012GTRES

Cine

Tony Leblanc, el cómico injustamente olvidado que rescató Santiago Segura

Se cumplen 100 años del nacimiento de uno de los mejores cómicos de la historia del cine español

El 7 de mayo de 1922 nació en Madrid Ignacio Fernández Sánchez, el nombre real de uno de los mejores cómicos de la historia del cine español: Tony Leblanc. Lo que no parece tan real es que ese nacimiento se produjera, como tantas veces se ha dicho y el propio actor se encargaba de repetir, en la Sala de Tapices de Goya del Museo del Prado. Sí lo era, en cambio, que su padre era vigilante nocturno y después conserje de la pinacoteca y que la familia residía en una casa habilitada para el personal del museo. La asociación de ideas sale sola: Tony Leblanc era un humorista con arte desde que nació.

Este sábado 7 de mayo se cumplen 100 años del nacimiento de Tony Leblanc. Del primero porque el actor volvió a nacer en 1983. El coche en el que viajaba junto a su esposa, Isabel Páez de la Torre, y un niño, chocó frontalmente contra otro vehículo. Rosa María Mateo llegó a (des)informar aquel día –aquella noche– de la muerte del actor en el Telediario. El tigre de Chamberí, a Dios gracias, sobrevivió al accidente. Con daños importantes, pero sobrevivió. Para entonces ya llevaba varios años retirado del cine pero no de la interpretación porque seguía actuando en el teatro.

Su última película había sido Tres suecas para tres Rodríguez, de 1975. La siguiente no llegó hasta 1998. Santiago Segura, gran admirador del actor, logró lo que nadie había podido conseguir: convencer a Tony Leblanc para que trabajase en una película. En una que, además, se convirtió en la película más taquillera de la historia del cine español: Torrente, el brazo tonto de la ley. Tony Leblanc era el padre de Santiago Segura en la ficción. Y Santiago Segura, una suerte de hijo para Tony Leblanc en la vida real. En el fondo, ese fue el tercer nacimiento de Tony Leblanc.

Después repetiría en Torrente 2, Torrente 3 y Torrente 4 y sería Cervan, el quiosquero de Cuéntame cómo pasó. Esos fueron los últimos asaltos de un boxeador –en su juventud fue campeón amateur de Castilla de los pesos ligeros– que representó mejor que nadie el papel de caradura gracioso.

El tigre de Chamberí, Los tramposos, Tres de la Cruz Roja, El día de los enamorados, Las chicas de la Cruz Roja, Historias de la televisión y Los ángeles del volante son solo algunos de sus títulos más recordados. Igual que su actuación en televisión cuando salió al escenario con una funda de guitarra de la que sacó una manzana y un cuchillo.

La semana anterior le había prometido a José María Íñigo que iba a hacer algo que nadie había hecho en televisión. Sin hablar, se limitó a pelar la manzana, comerla y soltar un ale hop para recibir el aplauso del público. Tony Leblanc, que se nos fue en 2012 con 90 años, era un genio con arte.

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