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25 de abril de 2024

Un usuario, durante la experiencia 'Carne y Arena'

Un usuario, durante la experiencia 'Carne y Arena'© Legendary Foto: Chachi Ramirez

Llega a España el corto de realidad virtual que te mete en la piel de un inmigrante

  • El director mexicano González Iñárritu ganó un Oscar especial por Carne y Arena, una obra que utiliza tecnología inmersiva de vanguardia

  • Los pases tendrán lugar en Santiago de Compostela entre el 1 de julio y el 18 de septiembre

Eres un ilegal. Intentas cruzar la frontera entre México y Estados Unidos. Con los pies descalzos sobre la arena fría. Con el corazón a mil. Ladridos. La patrulla fronteriza anda por allí. Angustia. Peleas, gritos. Ruido de helicóptero. Te capturan. Junto a otros. Más gritos. Más ladridos. Terror. Esta experiencia única de realidad virtual se podrá vivir –más bien sufrir– por primera vez en la península ibérica en la Cidade da Cultura, en Santiago de Compostela. Se titula Carne y Arena (Virtualmente presente, físicamente invisible) y lleva la firma del director mexicano Alejandro González Iñárritu. Las entradas, ya a la venta, se pueden adquirir en este enlace. La instalación se podrá visitar entre hoy 1 julio y el 18 de septiembre.
Carne y Arena hizo historia en el Festival de Cine de Cannes de 2017, donde se estrenó: fue el primer proyecto de realidad virtual incluido en la selección oficial. Ese mismo año, meses después, González Iñárritu recibió por este corto un Oscar especial, que se otorga a películas o logros sobresalientes sin mediar nominaciones previas. Otro más para su zurrón, pues ya había sido premiado previamente por Birdman (mejor dirección, mejor guion y mejor película) y El renacido (mejor dirección). La Academia de Hollywood destacó que la pieza, de quince minutos de duración, es una «experiencia narrativa visionaria y poderosa» que abre «nuevas puertas a la percepción cinematográfica». No se realizaba un reconocimiento de este tipo desde que en 1996 se le concedió a Pixar por Toy Story, la película que revolucionó el género de la animación. Carne y Arena utiliza tecnología inmersiva de vanguardia para crear un espacio multinarrativo de luz con personajes humanos.
Fue en 2012 cuando empezó a planear Carne y Arena, que desarrolló junto a su socio y director de fotografía Emmanuel Lubezki, ganador de tres premios Oscar por la fotografía de Gravity (de Alfonso Cuarón), Birdman y El renacido. ¿Qué pretendían con esta instalación? «Darle la oportunidad a la gente de ponerse, literalmente, en los zapatos de un inmigrante», explicó González Iñárritu en una entrevista televisiva concedida a su compatriota Sergio Sarmiento. «En el cine eres un espectador pasivo. La realidad que te presento es bidimensional, dentro de un marco. La realidad virtual ofrece romper ese marco, estar adentro de esa realidad que se recrea multidimensionalmente, y participar activamente dentro de lo que sucede en ese espacio narrativo», añadió el director.
«Esto es todo lo que no es el cine. Es una experiencia sensorial, visual, activa, de una realidad terrible. Y me parece que su gran virtud es su gran limitación. La limitación es que lo ve uno por uno, por lo que muy poca gente podrá verlo. Sin embargo, cualitativamente hablando el impacto del individuo se potencializa. Porque en un mundo donde hoy todo lo vivimos comunalmente, distraídos con nuestros celulares, capturándolo por teléfono, compartiéndolo por las redes sociales. Esto es una experiencia que vives tú solo, de una sola manera, nadie más la va a vivir igual que tú. Tu compañero con el que vas lo habrá hecho de una forma diferente, su recorrido va a ser otro. Hay muchos puntos de vista», se extiende en dicha conversación el director de películas como Amores perros, 21 gramos, Babel o Biutiful.
Alejandro G. Iñárritu, dirigiendo el rodaje de captura de movimiento

Alejandro G. Iñárritu, dirigiendo el rodaje de captura de movimiento© Legendary Foto: Chachi Ramirez

Todos los personajes que el visitante ve en la experiencia virtual existen. Fueron entrevistados por el director mexicano durante la preparación de la pieza. El director tomó lo que más le conmovió de cada una de esas historias y fue así dando forma al guion. Aunque centrada en la frontera entre México y Estados Unidos, en la narración hay un guiño onírico a las tragedias del Mediterráneo. «Sus océanos son nuestros desiertos», explica sobre los europeos González Iñárritu a Sergio Sarmiento. En concreto, quiso rendir homenaje a las 700 personas que murieron en mayo de 2016 frente a las costas de Libia. El director mexicano se encontraba entonces en Italia y conoció de primera mano la situación.

No apto para todos los públicos

Se fijan una serie de normas a respetar durante el recorrido: la actividad se realiza de modo individual y hay que ir descalzo. Está prohibida la entrada a menores de 14 años y se desaconseja la experiencia a personas con claustrofobia, enfermedades cardíacas, problemas de espalda, antecedentes de convulsiones, epilepsia y/o sensibilidad a las luces intermitentes.
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