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Una secuencia de la película Tiburón de Steven Sieplberg

Una secuencia de la película Tiburón de Steven SieplbergUniversal Studios

Steven Spielberg pide perdón por 'Tiburón': «Ha sido culpa mía que los hayan exterminado»

Casi cincuenta años después del estreno de la película, el director se «arrepiente» de haber alimentado la psicosis hacia los escualos

La franja de mar frente a la costa era mágicamente azul hasta el verano del 75, cuando todo cambió para siempre. Fue el año en que Tiburón de Steven Spielberg entró en el escenario mundial. Desde entonces, millones de personas creen ver aletas de tiburones deslizándose por la superficie del agua.

Los escualos se transformaban en una pesadilla alimentada también por las noticias de cada verano en las que los turistas desprevenidos terminaban despedazados por un tiburón. Comenzó a propagarse una mentalidad de que los tiburones eran asesinos de hombres. Ahora, Spielberg ha admitido que se siente responsable, en parte, por la aniquilación que han sufrido los tiburones tras el estreno de su película. «Todavía temo –confesó a la BBC– que los tiburones estén de alguna manera enfadados conmigo por el furor que se desató entre los pescadores después de 1975». El cineasta añadió que se siente responsable del exterminio que han sufrido: «Ha sido culpa mía».

Para Spielberg, Tiburón fue un punto de inflexión en su carrera: a los 27 años, el director ya había rodado otras obras, pero fue esta la que le dio fama mundial. En los primeros 59 días de su estreno, la película recaudó 100 millones de dólares, una cantidad enorme, más de lo que recaudó el primer capítulo de la saga El Padrino.

Según un estudio publicado en la revista Nature, la población mundial de tiburones ha disminuido un 70 % desde 1970. En 2013, los estudiosos añadieron otro dato inquietante: cada año mueren cien millones de ejemplares en todo el mundo. El riesgo de extinción es muy alto y Hollywood ha hecho su parte. La mala reputación de los tiburones ha llegado a cotas impensables, hasta el punto de que la sopa de tiburón se ha convertido no solo en un manjar, sino en un rito liberador porque celebra la muerte de un asesino.

El tiburón se ha convertido durante generaciones en el símbolo del asesino despiadado de los mares. Un estudio del año pasado encontró que en el 96 % de las películas sobre tiburones, estos animales de sangre fría eran una amenaza. Sin embargo, con las estadísticas de 2021 en la mano, únicamente once personas en todo el mundo murieron por estos animales. «El tiburón cambió las reglas del juego y llevó a la gente a pensar negativamente sobre ellos, lo que hizo que fuera mucho más fácil darles caza desproporcionadamente», comentó Chris Lowe, director del laboratorio de ciencias marinas de la Universidad Estatal de California.

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