
Jesús Gil, en Las noches de tal y tal
Telecinco
Cuando Berlusconi introdujo la telebasura en España
Programas como Ay qué calor, Las noches de tal y tal y Contacto con tacto marcaron un antes y un después en España
Il Cavaliere ha muerto y es inevitable recordar que, entre sus desméritos, figura el haber introducido la telebasura en España. Hablamos de aquellos tiempos en los que Telecinco fue rebautizada como Teleteta.
A menudo hemos leído y escuchado como se asocia aquella primera etapa de Telecinco, que arranca con el inicio de sus emisiones en 1990, con las Cacao Maravillao y las Mamachicho. Pero uno y otro cuerpo de baile eran en realidad la marca blanca de unas absolutas olvidadas: las Chicas Chin-Chin.
Las Cacao Maravillao y las Mamachicho eran en realidad aptas para todos los públicos: le gustaban a los padres y a los niños, como la Miriam Díaz Aroca en bañador que decía aquello de «al agua, patos». Por el contrario, las Chicas Chin-Chin proporcionaban contenido calificado «S». Eran las protagonistas de un programa, Ay qué calor (1990-1991), que en la España de hoy el Ministerio de Igualdad habría ordenado cerrar a los cinco minutos de emisión. No vamos siquiera a recordar la mecánica del programa más allá de decir que era un presunto concurso: no merece la pena porque aquel despropósito presentado por Luis Cantero y Eva Pedraza era un envoltorio para que unas señoritas con nombres de fruta (recuerdo a «arándano») mostrasen sus pechos.
Los pechos también los mostraba Jesús Gil en el jacuzzi de Marbella donde desbarraba sobre la vida, el Atleti, los políticos trincones e Imperioso en presencia de un harén de mujeres en bikini. Las noches de tal y tal (1991) se llamaba aquel programa presentado –es un decir– por el entonces alcalde marbellí.En esta lista no podemos olvidar Contacto con tacto, un engendro presentado por un Bertín Osborne muy pasado de rosca. No había frase de las pronunciadas por este alto mozalbete que no tuviese un doble sentido. El programa era tipo First Dates, pero con un solo tipo de pareja: se trataba de liar a hombres con mujeres, o viceversa. Como espectador, la impresión que daba es que todas querían pillar con Bertín y que Bertín quería pillar con todas. Telecinco lo emitió entre 1992 y 1994.
Eso fue el inicio de la entonces publicitada como «cadena amiga». El modelo fue dejando de lado ese tipo de programa más soeces, que fueron sustituidos por los del corazón y los realities. Pero no por un corazón tradicional, elegante, tipo ¡Hola! o Igartiburu, sino uno que combinaba el humor con lo chabacano. En esos parámetros se movía Aquí hay tomate (2003-2008), programa creador del género periodístico más detestable: la no entrevista a la carrera, también llamada no-entrevista persecución, consistente en plantarle un micrófono a un famoso delante de sus narices, ametrallarlo a preguntas y asistir estoico a la callada como respuesta. De todos esos polvos llegó el lodo Sálvame, que se despide en unos días tras más de 14 años de mala baba.
También fue derivando Gran Hermano, que arrancó en 2000 como aquel experimento psicológico del que tanta hablaba la Milá y que acabó siendo un encierro de freaks, una fábrica de carnaza fácil, masculina y femenina, para alimentar otros formatos de la cadena (entre ellos, Sálvame).