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16 de mayo de 2024

El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la periodista de RTVE Silvia Intxaurrondo durante la jornada de UGT sobre el futuro de TVE

El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la periodista de RTVE Silvia Intxaurrondo durante la jornada de UGT sobre el futuro de TVEUGT

Silvia Intxaurrondo y Zapatero comparten risas y complicidad en un acto exento de referencias al caso PSOE

Durante la jornada sobre el futuro de TVE, la complicidad y, en ocasiones, las risas fueron la tónica general entre el expresidente y la periodista

Como si de una conversación de dos amigos se tratara, el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la periodista de RTVE, Silvia Intxaurrondo participaron en una jornada de UGT sobre el futuro de la televisión pública. A lo largo de la casi hora y media de conversación que mantuvieron, la periodista de TVE no fue capaz de mencionar en ninguna ocasión el caso de corrupción que ha salpicado al PSOE en los últimos días, demostrando lo politizada que está –una vez más– la televisión pública del país.
Sorprendente silencio en una charla en la que expresidente y periodista valoraban, entre otros aspectos, como debía ser el periodismo dentro de la sociedad y su papel fundamental en una democracia. Y es que durante toda la jornada, la complicidad y, en ocasiones, las risas fueron la tónica dominante de una charla ni mucho menos objetiva sobre la situación del país y en la que el expresidente incluso se permitió atacar al PP o al electorado de Donald Trump, entre otros.
Al valorar su tiempo al frente del Ejecutivo, Zapatero quiso sacar a relucir su criticada ley del aborto del 2010 para cargar contra el PP y, en mayor medida, contra los obispos españoles. En concreto, Zapatero quiso comparar la crispación generada por aquel texto con la actual ley de amnistía. De hecho, el propio expresidente daba a entender que en un futuro nadie se acordará de esta nueva ley.
Todo esto bajo la atenta mirada de Intxaurrondo, que más que una participante en la jornada, pasó a ser una asistente más, prácticamente sin intervenir ni contradecir con cada uno de los argumentos que señalaba un Zapatero que finalizaba una de sus intervenciones calificando como «positivas y trascendentes» las cosas que «creo que he logrado». De hecho, la periodista incluso se atrevió a animar al público para que aplaudiera al expresidente al final de una de sus intervenciones, mostrando de nuevo una pobre objetividad periodística, algo que debería estar inherente a una profesional que, recordemos, trabaja en la televisión pública del país.

Doble vara de medir

Lo que se demuestra con esta última 'entrevista' es la posición sectarista de la periodista, que comenzaba a hacerse un nombre dentro del panorama televisivo tras la vil entrevista realizada sobre el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. Aquel 17 de julio de 2023 –a tan solo 6 días de las elecciones generales–, la periodista protagonizó una dura entrevista al líder popular que acaparó titulares, polémicas y, finalmente, repercusiones inesperadas en su carrera profesional.
La entrevista le habría granjeado los favores de la cúpula alta del medio –y puede que del Gobierno– , finalizando con la renovación de su contrato por dos años más, tal y como ha publicado El Mundo.
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