Pedro Sánchez, junto a Pablo Motos durante la entrevista en 'El Hormiguero'
Televisión
La obsesión de Sánchez con Pablo Motos y su reflejo en el fichaje de Broncano por TVE
El Hormiguero es uno de los programas de la televisión generalista más críticos con el Gobierno de Sánchez, que sigue en su empeño de encontrar un espacio que compita contra el formato presentado por Pablo Motos. Lo tiene muy difícil, a la vista de los excelentes datos de audiencia de El Hormiguero temporada tras temporada, y del fracaso de todos los intentos de la competencia, con Jorge Javier Vázquez y sus Cuentos Chinos en Telecinco a la cabeza, por plantar cara al programa de Antena 3.
Como parte de su estrategia contra Pablo Motos y El Hormiguero, el Gobierno de Sánchez ansía el fichaje de David Broncano y La Resistencia por TVE. Una decisión que, de momento, está paralizada y que ha generado mucha controversia en los últimos días, hasta el punto de que ha terminado con el cese de Elena Sánchez como presidenta interina de RTVE y su reemplazo por Concepción Cascajosa, militante del PSOE.
Después de que la alta dirección de RTVE cesara primero al director de Contenidos Generales José Pablo López, y luego a la presidenta interina Elena Sánchez, el ente público vuelve a estar en entredicho. Esta sucesión de despidos viene encabezada por la controversia generada en la empresa por el intento de fichaje de David Broncano y su programa La Resistencia, que termina su contrato con Movistar Plus+ el próximo verano.
La idea era contratar al presentador por tres años y por un total de entre 12 y 14 millones de euros por año, con un contrato blindado y sin cláusulas de audiencia que pudiesen implicar su cancelación. El objetivo de José Pablo López era poner a competir a Broncano, desde La 1, con El Hormiguero en Antena 3. Elena Sánchez veía razonable la idea, pero se negaba a afrontar las condiciones económicas y la duración del acuerdo (tres años) negociado por José Pablo López con Broncano.
Esta «guerra interna» y la decisión de incorporar a Broncano en la cadena pública ha evidenciado, una vez más, el propósito de Pedro Sánchez de intentar «acabar» con el formato presentado por Pablo Motos. Han sido varias las maniobras políticas fallidas por parte de RTVE para hacer frente a El Hormiguero, como Mapi, que fracasó estrepitosamente en audiencia en La 1 y terminó por morir en el canal Clan.
Pablo Motos y el equipo de colaboradores de El Hormiguero que participa en las tertulias se ha mostrado muy crítico con las decisiones adoptadas por el Gobierno de Sánchez tanto en la anterior legislatura como en esta, con la ley de amnistía como foco principal.
Pedro Sánchez se sentó frente a Pablo Motos en junio de 2023 en una tensa entrevista. En un momento de la charla, Pablo Motos quiso saber si Sánchez facilitaría que el PP gobernase si él no llegara a los votos necesarios. Algo que el entrevistado respondió: «Voy a ganar las elecciones». «¿Lo sabe usted?», volvió a preguntar el presentador. Sánchez respondió: «A lo mejor no cuento con el voto de alguno de esta mesa. Pero voy a ganar».
Anteriormente, el Ministerio de Igualdad puso a Pablo Motos en el disparadero cuando lanzó una campaña sobre la violencia con el lema «¿Entonces quién?», en la que señalaba al presentador por preguntar a Elsa Pataky, en su visita a El Hormiguero como imagen de una firma de lencería, si cuando duerme »utiliza ropa interior sexy o cómoda». Hasta ahí (de bajo) llega el Gobierno de Sánchez.
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